Cinco colombianos han muerto de forma violenta en lo que va de año

Cinco colombianos han muerto de forma violenta en la región desde que empezó el año. El último de ellos, Carlos Arturo Velázquez, de 38 años, que falleció ayer al recibir un disparo en el abdomen en un tiroteo con la policía. Poco después de este sangriento incidente, los agentes detuvieron a John Danilo Porras Cardona, de 23 años, acusado de haber matado el pasado sábado, de 17 cuchilladas, al camarero de un bar de San Blas.

El primer homicidio de un colombiano se produjo el 9 de febrero, cuando William Fernando Hernández Lizaranzu, de 38 años, murió de cuatro disparos del calibre 22 al entrar en el garaje de su casa, en San Blas. Dos jóvenes se bajaron de una moto y le tirotearon.

El segundo crimen se registró el 8 de marzo, cuando Reinaldo Joya Cota, de 40 años, fue degollado en su domicilio, en Villaverde. El homicida también le asestó varios golpes con un objeto punzante en la cabeza y en el tórax. La tercera víctima murió el 25 de marzo en Alcalá de Henares, cuando J. H. H. R., de 31 años, entró a robar en un chalé, cuyo dueño, Joaquín Bueno, de 36 años, le mató de una cuchillada. La penúltima muerte ocurrió el 14 de julio, cuando Edwin Trujillo Mena, de 39 años, murió de dos disparos en la sien derecha, en Usera.

El número de homicidios registrado entre los colombianos el año pasado fueron muy superiores: una veintena. Destacó el cuádruple homicidio de la calle de Historias de la Radio (Puente de Vallecas), donde el 17 de septiembre fueron asesinados un hombre y tres mujeres de entre 35 y 60 años.

Esa oleada de crímenes desencadenó que la Jefatura Superior de Policía de Madrid pusiera en marcha la Operación Café, consistente en registros y redadas en los lugares de ocio frecuentados por colombianos.