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La ley catalana de educación redistribuirá el horario escolar

Como todos los años, este verano también trae consigo el debate sobre las vacaciones escolares, que muchos juzgan excesivamente largas porque los padres no saben qué hacer con los niños mientras ellos trabajan. La consejera de Enseñanza, Carme-Laura Gil, anunció ayer, en declaraciones a Europa Press, que la ley catalana de educación, cuyo proyecto se prevé que entre en el Parlament antes de que finalice el año, incluirá la reorganización del calendario escolar.

'Hay una necesidad de cambios en el asunto del calendario escolar, y lo debemos abordar en este proceso de ley', declaró la titular de Enseñanza, que opinó que, debido al periodo lectivo tan concentrado, 'el alumnado tiene un cierto cansancio, su biorritmo baja en determinados momentos y se debe ver si lo podemos regular de otra manera'. La consejera quiso subrayar que los cambios no supondrían un recorte de las vacaciones de los profesores ni tampoco un aumento de los días lectivos de los alumnos, sino una redistribución: 'No queremos que nuestros alumnos tengan más horas de clase, pero sí que las tengan de manera diferente', señaló Gil, quien ya en diversas ocasiones había reconocido que la polémica sobre el calendario escolar 'es un problema de difícil solución'.

El pasado septiembre, la Federación de la Asociación de Padres de Alumnos de Cataluña (FAPAC) recordó, una vez más, que el curso escolar es demasiado corto y solicitó a Enseñanza la ampliación de las 35 semanas actuales a 38, de forma que las vacaciones de los chavales se recorten y pasen a ser de 2 meses y 21 días a sólo 2 meses.

Horario del profesorado

'El peligro es que detrás de las palabras de la consejera se intuye que querrán incrementar el horario del profesorado, y nosotros apoyamos que se racionalice el calendario, pero nunca admitiremos el aumento de las horas de clase de los profesores', declaró ayer Carles Martínez, portavoz del sindicato USTEC-STE. Martínez, que hace meses señaló que el debate del horario escolar es más un problema social y laboral que educativo, explicó que los profesores deberían incluso disminuir sus 'actuales horas lectivas para dedicar más tiempo a la coordinación y la preparación de las clases para que aumente la calidad de la enseñanza'. 'Lo que la nueva ley debería hacer es combatir el déficit educativo y aportar más recursos para los alumnos más desfavorecidos, que es el verdadero problema, y no anunciar cambios del calendario escolar a bombo y platillo', concluyó.

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