El Gobierno exige a Marruecos hablar ya sobre inmigración ilegal

El Gobierno considera 'capital' iniciar, 'a partir de septiembre', conversaciones con Marruecos sobre 'inmigración clandestina, drogas y contrabando'. Los 13 inmigrantes fallecidos el jueves al intentar alcanzar a nado las costas españolas fueron el detonante para que el vicepresidente Mariano Rajoy advirtiera ayer a Marruecos de que 'todo el mundo debe asumir su responsabilidad ante sus nacionales' por estas muertes.

El Ejecutivo reclamó ayer a Marruecos recuperar el diálogo entre ambos vecinos con tres asuntos clave sobre la mesa: inmigración ilegal, drogas y contrabando, entre los que destaca muy claramente el primero. 'Llevamos tiempo reclamando que se luche contra la inmigración ilegal', aseguró Rajoy cuando se le preguntó por el fallecimiento de 13 inmigrantes irregulares frente a las costas de Tarifa.

Y esa lucha contra la inmigración ilegal, según Rajoy, requiere de la colaboración de Marruecos por ser el país de donde parte la gran mayoría de las embarcaciones ilegales con rumbo al sur de la Península y a Canarias. 'España y la UE tienen todo el interés del mundo', aseguró el vicepresidente, de que se produzcan esas conversaciones para poder 'luchar eficazmente contra las mafias'.

Aunque el vicepresidente puso septiembre como fecha para arrancar esas conversaciones 'capitales' sobre inmigración, drogas y contrabando, expresó después su 'confianza' para que éstas 'se produzcan cuanto antes' y dentro del espíritu del Tratado de Amistad, Buena Voluntad y Cooperación firmado en 1991 entre el rey Juan Carlos y Hassan II, el padre del actual monarca.

Rajoy añadió que aunque las relaciones diplomáticas entre España y Marruecos no atraviesen su mejor momento, eso no debería ser obstáculo para mantener la cooperación policial para la vigilancia de fronteriza y evitar el tráfico de pateras. Ahora, subrayó, esa labor queda exclusivamente en manos de la Guardia Civil, que 'libra diariamente a muchos miles de personas de correr la misma suerte' que los 13 inmigrantes fallecidos el jueves. El ministro reconoció que la llegada de pateras a las costas de Cádiz ha descendido este año mientras aumentaba el tráfico hacia Canarias. La crisis de Perejil, añadió, hizo descender temporalmente ese tráfico, pero 'las aguas han vuelto a su cauce'.