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El FBI arresta a dos ex directivos de WorldCom por cargos criminales

El fiscal general de EE UU anuncia más mano dura contra los directivos implicados en fraudes

Dos antiguos altos responsables de la telefónica WorldCom, el director financiero, Scott Sullivan, y su segundo (controller) y vicepresidente, David Myers, fueron detenidos ayer por el FBI para hacer frente a siete cargos de conjura para defraudar y presentar documentación falsa ante la Comisión del Mercado de Valores (SEC). Se enfrentan a 65 años de cárcel. El fiscal general (ministro de Justicia), John Ashcroft, señaló que el mensaje de la detención es que los directivos que estafan no son más que vulgares ladrones que recibirán el castigo que merecen.

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Los dos antiguos ejecutivos se entregaron a las siete de la mañana a los agentes federales en Mahattan. La discreción del movimiento no les ahorró el escarnio que habían sufrido otros notables financieros, detenidos y esposados en sus residencias. Sullivan y Myers fueron trasladados a media mañana desde la sede del FBI a presencia del juez de forma ostentosa, trajeados y encorbatados, con los brazos esposados a sus espaldas, flanqueados por policías y entre los aplausos de quienes encontraron en ese instante el único momento de satisfacción con que compensar su frustración por el engaño sufrido y meses de zozobra financiera.

Según los documentos de la fiscalía, Sullivan ordenó a Myers que ocultara 3.800 millones de dólares en gastos rutinarios en el renglón correspondiente a las cuentas de gastos de capital, 'lo que permitió a WorldCom posponer el reconocimiento de una sustancial parte de sus gastos operativos, y por ello presentar más altas ganancias'.

Métodos fraudulentos

Las transferencias comenzaron en 2001 y llegaron hasta el primer trimestre de 2002. Larry Thomson, número dos de Ashcroft y responsable del equipo de choque creado el mes pasado por el presidente George Bush para combatir la delincuencia corporativa, explicó cómo ambos ejecutivos hacían sus cuentas. Partían de los resultados que esperaban los analistas y ajustaban los distintos asientos a esas expectativas. Los dos antiguos ejecutivos podrían ser condenados a un máximo, acumulativo, de cinco años y 250.000 dólares de multa por cada alegación de conjura y 10 años y un millón por cada una de las cinco presentaciones de documentación falsa. En total, 65 años para cada uno.

Tras comparecer ante el juez quedaron en libertad vigilada, con restricción de movimientos, con una fianza de 10 millones (Sullivan) y dos millones (Myers). Bush firmó el martes una nueva ley de gobierno corporativo para combatir casos como el de WorldCom y ayer el Gobierno hizo un despliegue de medios con la detención. Además, organizó una conferencia de prensa con la plana mayor del Departamento de Justicia en la que Ashcroft dijo que el mensaje es que 'los directivos corruptos no son más que vulgares ladrones (...) que se enfrentarán al juicio que temen y el castigo que merecen'. 'Cuando hay fraude y balances falsificados la mano invisible es sustituida por una mano sucia', afirmó Ashcroft. La detención crea la expectativa de que Sullivan y Myers expliquen hasta qué punto Bernard Ebbers conocía lo que estaba pasando con las cuentas de la compañía.

Ebbers, fundador y consejero delegado de WorldCom, dimitió en abril y siempre ha dicho ignorar los detalles contables. Al explicar cómo los detenidos manipularon los libros, Thomson señaló que lo hicieron junto a otros y que las investigaciones continúan.

Sullivan, en el centro y esposado, es escoltado ayer por agentes del FBI poco después de entregarse.
Sullivan, en el centro y esposado, es escoltado ayer por agentes del FBI poco después de entregarse.AP

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