Bruselas quiere armonizar los impuestos de carburantes en la Unión
El gasóleo privado subirá en España con la medida
La Comisión Europea propuso ayer armonizar en toda la UE los impuestos sobre los carburantes de automoción haciendo una clara distinción entre el gasóleo de uso profesional y privado. La medida fundamental es la de imponer un impuesto unificado al gasóleo profesional de 350 euros por cada 1.000 litros, lo que a España sólo le supone pequeños retoques. En cambio, la propuesta de equiparar el impuesto de la gasolina sin plomo al del gasóleo de uso privado a partir de 2006 tendrá consecuencias para el bolsillo del consumidor español. Si la propuesta prosperase, se tendría que aumentar el precio del gasóleo en un mínimo de un 34,7%
Bruselas considera que ya no hay justificación, desde el punto de vista de la protección medioambiental, para aplicar un impuesto menor al gasóleo, un carburante considerado más ecológico, que a la gasolina verde o sin plomo. De ahí que, en su propuesta, incluya la 'incitación a los países miembros de la UE a hacer converger, a partir de 2006, la fiscalidad del gasóleo no profesional hacia la del carburante utilizado por los vehículos particulares'.
La propuesta de la Comisión Europea, presentada ayer por el comisario de Mercado Interior, Frederik Bolkestein, incluye actualizar a partir del 1 de enero de 2003 el impuesto mínimo aplicable a la gasolina sin plomo, que ahora está en 287 euros/mil litros. Pasaría a situarse el año próximo, al aplicarle la inflación acumulada desde 1992, a 360 euros. Esta actualización no afectaría a los precios españoles, pues en la actualidad se aplica un impuesto más elevado, de 396 euros. El problema es que esa invitación a hacer converger fiscalidades obligaría a elevar el precio del gasóleo de uso privado en nada menos que un 34,7%, salvo que se redujera el precio de la gasolina, lo que no es esperable.
La propuesta de directiva de la Comisión Europea debe ser aprobada por unanimidad por los 15 países de la UE, que tras cinco años de debates y desencuentros acordaron en la cumbre de Sevilla de junio pasado intentar armonizar impuestos que en la actualidad producen distorsiones del mercado interior. El Reino Unido es uno de los países más afectados por este asunto.
Efecto contrario
Bruselas propone un impuesto unificado (de forma progresiva hasta el año 2010) de 350 euros por cada 1.000 litros de gasóleo profesional, mientras que dicho impuesto está ya en ese país mucho más alto: 742. La aplicación de la nueva directiva le supondría a las arcas británicas una importante pérdida de ingresos. En el lado opuesto estarían Grecia o Luxemburgo, cuya tasa está por debajo o muy cercana.
Bolkestein defendió la propuesta por seguir ésta los pasos señalados en el propio Tratado de la Unión y aventuró que la eventual reducción de impuestos en el Reino Unido podría tener el efecto contrario. 'Ahora, muchos transportistas británicos abandonan las islas con el depósito casi vacío para repostar en Francia o en Luxemburgo, donde el gasóleo es más barato', explicó Bolkestein. 'Si bajan los impuestos, habrá más consumo en el Reino Unido y quizá menos en Luxemburgo'.
Bruselas pretende con estas propuestas elevar los impuestos del carburante de automoción en casi todos los países de la UE para desincentivar el transporte por carretera.
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