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Hacienda asegura que congelará en 2003 los impuestos de las gasolinas

El Ejecutivo intentará paliar la subida de los carburantes por los conflictos bélicos

El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, asegura que el Gobierno congelará el impuesto que grava el consumo de los carburantes en 2003, ante el encarecimiento del precio del petróleo en los mercados internacionales por 'el anuncio de conflictos bélicos' y no por un incremento de la demanda mundial de petróleo. El Gobierno prevé que la actividad económica crezca el próximo ejercicio el 3% (casi un punto por encima de la previsión para 2002), lo que permitirá la creación de 280.000 nuevos empleos, con un incremento del 1,8%.

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Montoro declaró en una entrevista con Efe que el mayor riesgo que tiene la economía procede del precio del barril de crudo, y 'ésa es una de las razones que nos llevan a congelar los impuestos especiales sobre esos consumos, es decir, a no incrementar los gravámenes del petróleo en España'.

El ministro relacionó el encarecimiento del barril de crudo, por lo que es de esperar que se trate de una amenaza pasajera que se vaya disipando a medida que se resuelvan aquéllos. Al analizar la coyuntura económica, Cristóbal Montoro dijo que la situación actual está prolongándose por fenómenos como la crisis bursátil derivada de la falta de confianza que generaron las prácticas de determinadas empresas y la inseguridad que provoca un escenario mundial de conflicto.

Montoro aseguró que los próximos Presupuestos del Estados estarán comprometidos con el equilibrio de las cuentas, donde el gasto público crecerá menos que la economía en términos nominales, con un marcado carácter social y que pretende impulsar el crecimiento económico y la creación de empleo a través de la bajada de impuestos.

Más inversión pública

El impulso económico vendrá principalmente del esfuerzo en la inversión pública, que aumentará entre el 5,5% y el 6%, lo que permitirá mantener su peso en el conjunto de la economía nacional. En 2003 se reducirá el IRPF en 3.000 millones de euros, se suprimirá el impuesto de actividades económicas para 2,3 millones de contribuyentes, se actualizarán las tasas con un aumento de en torno al 2% y se continuará avanzando en el proceso de separación de fuentes de financiación de la Seguridad Social.

Todo ello permitirá, además de beneficiar a los trabajadores y pensionistas, señaló Cristóbal Montoro, reducir la presión fiscal en dos décimas del PIB. Insistió en la necesidad de continuar con la moderación salarial, de modo que en la negociación colectiva se tome como referencia la productividad de las empresas y no la inflación, como ocurría en el pasado, para favorecer la creación de empleo y la competitividad.

El ministro de Hacienda recordó que el techo de gasto público fijado por el Parlamento para el próximo ejercicio es de 141.000 millones de euros, lo que equivale, en términos de contabilidad nacional, a un crecimiento del 4,1%, menos de lo que lo hará la economía en términos nominales. Esa política de equilibrio presupuestario, dijo, es la que está permitiendo reducir los impuestos de una manera progresiva, pero 'imparable'. Así, señaló, el Gobierno continuará con la política de reducción selectiva de cotizaciones empresariales a la Seguridad Social, 'porque no la podemos abandonar cuando lo que hemos obtenido es un resultado tan positivo como que, con crecimientos económicos del 2%, en España se sigue creando empleo'.

Montoro reconoció que uno de los efectos de la rebaja de impuestos que se aplicará el próximo ejercicio será la moderación de los ingresos. 'Pero de lo que se trata es que, teniendo los presupuestos equilibrados, el Estado se comporte como una empresa que está en una situación saneada, que tiene beneficios y que los reparte entre sus propietarios, que en este caso son todos los ciudadanos'.

Cristóbal Montoro animó a los ayuntamientos a que sigan el ejemplo del Estado y moderen todos los tributos que exigen a los contribuyentes, con el objetivo de impulsar el crecimiento económico y la propia recaudación impositiva.

En este sentido, recordó que en 2003 se suprimirá el impuesto de actividades económicas para el 90% de los contribuyentes actuales: pequeñas empresas, trabajadores autónomos, comerciantes y profesionales. De este modo, explicó Montoro, se está diseñando un nuevo sistema de financiación para las corporaciones locales, que pasa por la participación en los grandes impuestos del Estado (IRPF, IVA e impuestos especiales). Aseguró que esa participación, junto a la renovación de los instrumentos que hoy tienen a su disposición, permitirá a los ayuntamientos disponer de recursos suficientes para sufragar los gastos derivados de los servicios públicos que prestan a los ciudadanos.

La supresión del IAE es una de las premisas del nuevo sistema de financiación de las haciendas locales que el Gobierno negocia con la Federación Española de Municipios.

El ministro Cristóbal Montoro, durante la entrevista. PLANO MEDIO - RETRATO
El ministro Cristóbal Montoro, durante la entrevista. PLANO MEDIO - RETRATOEFE

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