James Brown, Bill Wyman y Uri Caine desplegarán su talento en San Sebastián

El 37º Festival de Jazz de San Sebastián pone hoy en marcha un cartel especialmente generoso y plural. Desde las ofertas destinadas al gran público a la vanguardia sin compromisos, con tendencias para aficionados más o menos numerosos, la organización ha encontrado un escenario y un espectáculo para cada preferencia. La Plaza de La Trinidad, la sala de cámara y el auditorio del Kursaal se repartirán el aromático pastel sonoro.

La tradicional Jazz band ball de apertura, por primera vez gratuita, tendrá un carácter aún más diverso que en años precedentes. Hoy debuta el llamado Escenario verde, montado en la playa de Zurriola, donde se espera que las tendencias eléctricas convoquen al público más joven y ecléctico. Dos de los nombres que más interés están despertando en el ámbito del electro-jazz, los nórdicos Bugge Wesseltoft (teclados) y Nils Petter Molvaer (trompeta), acapararán buena parte de la atención, pero el trompetista Dave Douglas, junto a su excelente Tiny Bell Trio, también merece atención muy especial. Douglas, al frente de su nuevo quinteto, en el que milita el extraordinario saxofonista Chris Potter, y como codirector de un cuarteto estelar, en el que figuran los fenomenales Misha Mengelberg (piano) y Han Bennink (batería), hará otras dos suculentas apariciones en días sucesivos. El teclista Uri Caine, un más que justificado favorito del festival, gozará también de doble presencia, la primera como miembro del quinteto de Douglas y después como patrón de un magnífico trío de hechuras eléctricas, Bedrock 3.

Por fama, historia y prestigio, el campanazo del festival le corresponderá darlo a James Brown, cuyo numeroso grupo de 18 personas, compuesto por danzantes, instrumentistas y voces de apoyo, clausurará la muestra el día 29. Pero, los fetichistas de músicos legendarios también podrán contar que escucharon a Bill Wyman, bajista y miembro original de los Rolling Stones, como capitán de una añosa banda de rhythm and blues al gusto británico. A la galería de nombres ilustres se añade el pianista Chick Corea, que actuará en la primera parte de una sesión conmemorativa del 20º aniversario del sello madrileño Nuevos Medios; el batería Elvin Jones, en un nuevo homenaje a su maestro John Coltrane; y el muy espiritual pianista surafricano Abdullah Ibrahim.

Pero como no es raro que la mejor música en un festival de esta envergadura proceda de artistas menos conocidos, San Sebastián cuida con esmero este aspecto respaldando sus órdagos con sólidas apuestas alternativas: el trío del pianista Andrew Hill, un incombustible gladiador de la vanguardia; Charles Lloyd, veterano saxofonista que parece estar viviendo una segunda juventud; y el también saxofonista David Murray, en esta ocasión como director de una orquesta de vocación cubana, poseen sobrada categoría para deleitar con muy distintas filosofías estilísticas. También pueden deparar sorpresas los grupos enviados por la Knitting Factory (Vibes, Gutbucket y Brucknahm Project), verdadero crisol neoyorquino de los sonidos alternativos.

El jazz español engrosará su presencia con el trío del pianista Isaac Turienzo y con una jam session, coordinada por el espléndido saxofonista Perico Sambeat. En otra onda más elaborada cabe situar la síntesis de jazz y tango que viene perfeccionando el inquieto pianista argentino Adrián Iaies.

San Sebastián tiene previsto también ofrecer un complemento poderoso a la actuación de James Brown con Maceo Parker, antiguo saxofonista de Brown durante años y actual campeón del funk sin aderezos. El gospel tendrá en los Fisk University Jubilee Singers un defensor de fuste, y se podrá escuchar a uno de los mejores organistas del momento, Larry Goldings. Seis intensos días para mantener los oídos en permanente alerta.