'Los ejecutivos mandan y las orquestas y teatros se quedan sin alma'
Canta mañana en las cuevas de Nerja (Málaga) y por el programa, que incluye obras de Mozart, Richard Strauss, Puccini y Granados, entre otros, Kiri Te Kanawa dará un repaso a los músicos que más gloria le han dado. Ha cumplido ya más de 30 años de carrera supersónica, pero en las últimas temporadas ha reducido el ritmo. Canta 40 veces al año y elige a capricho, por eso su actuación en Nerja se convierte en todo un acontecimiento. 'Ahora hago lo que quiero hacer, no lo que debo hacer, como ocurría antes'. Y con esa filosofía del trabajo, esta neozelandesa que no oculta su edad -58 años- aborda su momento. Lo hace sin pelos en la lengua y responde con sinceridad. Impresiona cuando clava sus ojos negros, un rasgo que, junto a sus facciones duras, heredadas de su origen maorí ('me siento muy responsable de mis orígenes naturales, aunque fui adoptada por una familia desde muy pequeña'), la han hecho ser considerada una de las sopranos más glamourosas de su generación.
'Me he divertido mucho, pero ahora valoro las cosas que me gusta hacer'
Pregunta. En el programa de Nerja se observa un resumen de lo mejor de su carrera. ¿Lo hace intencionadamente?
Respuesta. Es un programa que he usado mucho para los conciertos, aunque no necesariamente en el orden que lo voy a cantar el lunes. Lo mezclamos, lo rehacemos, descubrimos canciones nuevas, pero el caso es que canto lo que más me gusta.
P. Y en él están Mozart y Strauss, que son los compositores que más fama le han dado.
R. De Mozart interpreto una cantata poco conocida. Es muy difícil, pero a mí me gustan las cosas difíciles e interesantes. Mozart y Strauss lo son. Por eso me empeño en cantarlos.
P. También aborda Haendel y Vivaldi, que no son muy corrientes en su carrera.
R. Los canto sólo en conciertos. Haendel me gusta especialmente. Calma las cosas a mi alrededor.
P. ¿Ha elegido venir a España a cantar en las cuevas de Nerja por ser un entorno extraño?
R. Para un recital lo que necesitas es buena acústica y buen público. En las cuevas siempre hay buena acústica. Lo sé porque mi familia tiene una cueva en Nueva Zelanda que se llama Waitono, y sus condiciones para la música son fantásticas. De todas formas, me gusta cantar en lugares extraños.
P. Ha cumplido ya 30 años de carrera desde su debú en 1971, ¿qué ha cambiado en el mundo de la ópera desde entonces?
R. Supongo que ahora la ópera se promociona mejor. Pero también se ha perdido un estilo que hacía único a este arte. Ya no existen los grandes managers que cuidaban este mundo. Ahora han aparecido los ejecutivos y éstos están dejando los teatros y las orquestas sin alma. Estos lugares y estas instituciones, desde hace aproximadamente 10 años, han perdido el corazón.
P. ¿En esto tienen algo que ver las compañías de discos?
R. Las pobres están pasando una mala época con todo este asunto de la piratería y las copias ilegales y la informática e Internet. De todas formas, el mercado está muy saturado, a mi juicio. No se abordan repertorios nuevos. No hacen más que aparecer ciclos de sinfonías de Bruckner, anillos de Wagner. Y obras de Brahms. Y más Bruckners y más anillos y más Brahms. Es muy aburrido.
P. ¿Y es ésta la razón por la que canta cada vez menos óperas?
R. La ópera es para los jóvenes. A mí me cansa mucho. No me gusta estar alejada de mi casa metida en un hotel seis meses o en casa de cualquiera una temporada larga. Tengo una vida y la quiero aprovechar.
P. ¿Siente que su carrera ha sido demasiado larga quizá?
R. Me he divertido mucho, pero ahora valoro las cosas que me gusta hacer y no quiero problemas. De todas formas, mi carrera ha sido un privilegio, pero el tiempo pasa, se va y hay que dedicarse a otras cosas.
P. Ha sabido utilizar muy bien los medios de comunicación. En el programa que han escrito para su actuación en Nerja consta que es la soprano que más veces ha aparecido en televisión interpretando ópera.
R. ¿Ah sí? No lo sabía, pero si es verdad me alegro mucho.
P. ¿Cree que la televisión es fundamental hoy en día para la supervivencia de la ópera?
R. Es necesaria. Es muy importante dar al público cuantas más cosas mejor. Hay personas a las que ni aun apareciendo en televisión les va a interesar la ópera, pero sí hay otras que se acercan a este mundo y tú debes alimentarles su nivel de exigencia, que debe respetar la calidad.
P. Es de las poquísimas cantantes de ópera que no ocultan su edad.
R. No puedo. De todas formas, la edad no prueba nada, no es garantía de nada. Tengo 58 años y así estoy, no he pagado millones para estirarme. Mi error ha sido celebrar mi 50º cumpleaños en público.
Babelia
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