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ESCALADA EN EL CONFLICTO HISPANO-MARROQUÍ

Zapatero apoya al Gobierno, pero reprocha a Aznar no avisarle de la acción militar

Sólo IU y PNV se opusieron a la operación, mientras los demás lamentaron no haberla conocido

El Gobierno encontró ayer 'el apoyo, la solidaridad y la comprensión' del líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, que, no obstante, reprochó veladamente al Ejecutivo no haberle informado de su intención de actuar militarmente en el islote de Perejil. Tampoco le pareció correcto que la llamada recibida a posteriori para un asunto de Estado fuera del vicepresidente primero, Mariano Rajoy, y no del presidente, José María Aznar. El portavoz del Grupo Popular, Luis de Grandes, obvió esas quejas y alabó el sentido de Estado de Zapatero. Los ministros de Exteriores y Defensa, Ana Palacio y Federico Trillo, respectivamente, fueron respaldados por CiU y CC, y criticados por IU y PNV. El resto de la oposición criticó no haber sido informado.

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La trascendencia y la preocupación por el devenir de los acontecimientos que puedan producirse tras la recuperación por la acción militar del islote de Perejil se apreció ayer en el Congreso de los Diputados. El Gobierno recurrió a la solicitud urgente de la reunión de las comisiones conjuntas de Exteriores y Defensa para que sus titulares explicaran a petición propia a los parlamentarios los pormenores de la operación. El interés despertado por esas comparecencias desbordó la capacidad de la sala habilitada y se preparó sobre la marcha el salón internacional, por lo que la cita se pareció por su excepcionalidad mucho más a una Diputación Permanente. La presidenta del Congreso, Luisa Fernanda Rudi, relevó en la presidencia de la reunión al titular habitual, Rogelio Baón.

Rodríguez Zapatero actuó de portavoz en nombre de los socialistas. En la lectura sólo literal de la exposición de Zapatero no se apreciaron aristas ni malestar. Pero cada una de sus frases tenía una 'doble intención', según reconocieron en su entorno más inmediato. Zapatero aseguró que su partido será 'plenamente responsable' en la actual crisis y mostró al Ejecutivo su 'apoyo, comprensión y solidaridad', pero exigió a cambio que el Gobierno 'sepa administrar la información en los ámbitos de política exterior, defensa e inteligencia nacional'.

Zapatero relató que le había llamado el vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, a las ocho de la mañana de ayer. Y en esa frase aparentemene simple se contienen dos reproches. Al líder del PSOE no le gustó que fuese Rajoy y no Aznar quien le llamase ante un asunto de tanta relevancia. Tampoco le agradó que la comunicación se produjese después de materializados los hechos.

Tras resaltar que ahora 'el objetivo fundamental debe ser el restablecimiento de una relación de normalidad con Marruecos', Zapatero abogó porque el retorno al statu quo de Perejil se consiga por el esfuerzo 'diplomático, bilateral y multilateral'.

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El líder del PSOE apeló al Gobierno para que conduzca el asunto 'con serenidad y calma'. Y remachó: 'Todos nos sentimos orgullosos de ser españoles, pero como los españoles se van a sentir más orgullosos es viendo al Gobierno y a las fuerzas políticas plenamente responsables'. Tras esas apreciaciones hay otro mensaje soterrado. Zapatero avisa así de que no sería bueno exacerbar los sentimientos patrióticos en contra de Marruecos e hizo una referencia a manifestaciones que acababa de escuchar.

Atenciones inusuales

El portavoz del PP, Luis de Grandes, fue inusualmente amable con el líder socialista, al que también dedicaron atenciones especiales los dos ministros. En el PSOE interpretan que el Gobierno y el PP respondió así a su malestar por las formas de informar sobre la misión militar.

De Grandes, en cualquier caso, quiso que constase en este caso la altura y el nivel de Estado de la posición de Zapatero, pese a que el día anterior le había tachado de radical durante el debate del estado de la nación.

En los bancos del PSOE desagradó especialmente la intervención del portavoz de Coalición Canaria, Luis Mardones, cuya preocupación por los posibles riesgos para las islas se antojaron excesivas al reclamar al Gobierno que mantenga 'la posición de fuerza' en la zona 'porque es muy sana'. Mardones recordó contenciosos del Gobierno canario con Marruecos por unas prospecciones petrolíferas en aguas mal definidas y pidió la retirada de una condecoración de Isabel la Católica a un general marroquí al que identificó como el promotor de la operación inicial de ocupación del islote. Los ministros Palacio y Trillo fueron más comprensivos que otros diputados con Mardones por la sensibilidad especial del portavoz canario en este contencioso.

El Gobierno no encontró apoyo, sin embargo, ni en IU ni en el PNV, que se sintieron un tanto 'utilizados' y 'engañados' el día anterior cuando estamparon su firma en una resolución de toda la Cámara, con excepción de Esquerra Republicana de Catalunya, de apoyo al Gobierno en petición del restablecimiento del statu quo de Perejil. En esa línea también insistió José Antonio Labordeta de la Chunta Aragonesista. Estos portavoces pensaron que se iba a insistir en la vía diplomática y no que estaba ya en ciernes el desalojo. Así lo expresaron tanto Felipe Alcaraz, de IU, como Pedro Azpiazu, del PNV. Alcaraz aclaró que para IU 'Marruecos es una dictadura'. El líder de IU, Gaspar Llamazares, lamentó que nadie del Gobierno les hubiese llamado y que a la 'provocación' de Marruecos se hubiera respondido con igual moneda.

También de falta de información se quejó el portavoz de CiU, Xavier Trias, que hizo esta objeción tras mostrar su apoyo al Ejecutivo. José Núñez, del Partido Andalucista, y Labordeta pidieron más esfuerzos para restablecer la situación anterior por cauces políticos.

El ministro de Defensa, Federico Trillo, saluda a la titular de Exteriores, Ana Palacio, ayer en el Congreso.
El ministro de Defensa, Federico Trillo, saluda a la titular de Exteriores, Ana Palacio, ayer en el Congreso.ULY MARTÍN

Las razones de los que se oponen

El Gobierno no encontró apoyo, sin embargo, ni en IU ni en el PNV, que se sintieron un tanto "engañados" el día anterior cuando estamparon su firma en una resolución de toda la Cámara, con excepción de Esquerra Republicana de apoyo al Gobierno en petición del restablecimiento del statu quo de Perejil. En esa línea también insistió José Antonio Labordeta, de la Chunta Aragonesista. Estos portavoces pensaron que se iba a insistir en la vía diplomática y no que estaba ya en ciernes el desalojo. Así lo expresaron tanto Felipe Alcaraz, de IU, como Pedro Azpiazu, del PNV. Alcaraz aclaró que para IU "Marruecos es una dictadura". El líder de IU, Gaspar Llamazares, lamentó que nadie del Gobierno les hubiese llamado y que a la "provocación" de Marruecos se hubiera respondido con igual moneda.

También de falta de información se quejó el portavoz de CiU, Xavier Trias, que hizo esta objeción tras apoyar al Ejecutivo. José Núñez, del Partido Andalucista, y Labordeta pidieron más esfuerzos para restablecer la situación por cauces políticos.

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