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SALUD

La diarrea del viajero es el problema de salud más frecuente en los turistas

Según el destino y la época del año, hasta el 60% puede sufrir la venganza de Moctezuma

La Organización Mundial del Turismo, con sede en Madrid, calcula que por cada 100.000 viajeros internacionales, unos 80.000 tienen problemas de salud, en torno a 60.000 sufren un episodio diarreico y cerca de 40.000 se sienten enfermos por diferentes causas. La diarrea del viajero, también conocida como Kaboulite o venganza de Moctezuma, es el proceso más frecuente en los viajes internacionales y se contrae mediante bebidas y alimentos contaminados. Aunque la mayoría de los casos se producen en países pobres y con deficientes condiciones de higiene, no son exclusivos de estas regiones.

Si las áreas de mayor riesgo se encuentran en África, Asia y América Latina, también puede aparecer este proceso en cualquier país del mundo. Los de la cuenca mediterránea tienen un riesgo medio. Como dato curioso, se observa que el 7% de los turistas estadounidenses que viajan a París sufren este cuadro.

El 7% de los estadounidenses que viajan a París sufren la diarrea del turista

'La posibilidad de adquirir una enfermedad varía según las condiciones del viaje y las características del viajero. Los factores de riesgo más reconocidos son: viajes de mochila y aventura, visitas a zonas rurales y fuera de los circuitos turísticos habituales, duración del viaje superior a cuatro semanas y destino a alguna región del África subsahariana, así como juventud e inexperiencia, enfermedad crónica, proceso inmunodepresivo, embarazo e infancia', afirma José Ramón de Juanes, jefe del servicio de Medicina Preventiva del hospital Doce de Octubre de Madrid.

Pese a que las principales causas de muerte durante un viaje internacional son las enfermedades cardiovasculares (45%) en el grupo de edad de 50 a 69 años y los traumatismos (15%) en el de 20 a 29 años, los procesos infecciosos son la primera causa de morbilidad (riesgo de enfermedad y complicaciones) y responsables del 2% de las muertes.

Como indica De Juanes, la mayoría de las infecciones serían evitables si se respetasen estos tres principios: información de los problemas que puede representar el viaje y conocimiento de las medidas preventivas, planificación del viaje con la antelación (de cuatro a seis semanas) como para respetar ciertos tiempos para vacunas o profilaxis.

'La diarrea del viajero presenta una serie de trastornos gastrointestinales: deposiciones frecuentes y acuosas, retortijones y distensión abdominal, náuseas, vómitos, fiebre y malestar general. Generalmente, aparecen durante la primera semana del viaje y pueden arruinar buena parte de éste y también se pueden presentar después del regreso. Aunque se ignora la razón, es más frecuente en adultos jóvenes, posiblemente por llevar un estilo de viaje más aventurero, que en personas mayores', afirma De Juanes, editor del libro Viajes internacionales. Recomendaciones generales y vacunas (Ediciones Marco Gráfico, 2002), que se distribuirá gratuitamente entre profesionales sanitarios, organizaciones humanitarias, agencias de viajes y otros.

A juicio de Francisco de Asís Babín, director general de Salud Pública de la Comunidad de Madrid, tanto las autoridades sanitarias como la comunidad médica cada vez son más sensibles a facilitar información sobre salud antes de un viaje internacional.

Para Rogelio López-Vélez, responsable de la unidad de Medicina Tropical del hospital Ramón y Cajal de Madrid y uno de los principales autores del libro, en la diarrea del viajero están implicados 'multitud de bacterias, virus y parásitos, lo que dificulta su prevención e incrementa las posibilidades de presentación de cuadros de distinta severidad'.

Según este especialista, la gravedad del proceso (que generalmente es banal y dura unos tres o siete días) está en función del agente patógeno responsable y de la susceptibilidad del huésped (estado de salud de base del paciente).

En palabras de Pilar Arrazola, de Medicina Preventiva del Doce de Octubre y coordinadora del libro, la prevención de la diarrea del viajero comienza por una higiene personal (lavado de mano antes de las comidas y después de ir al aseo), el consumo exclusivo de líquidos embotellados (excepto los servidos calientes, como el café y el té) y el rechazo de cualquier alimento no hervido, cocinado o pelado.

'Es aconsejable consumir agua embotellada con el precinto intacto', añade, 'tanto para beber como para la higiene bucodental. Hay que descartar los alimentos de puestos callejeros, los cubitos de hielo que acompañan a muchas bebidas y el excesivo consumo de mariscos y pescados'. Cuando aparece el cuadro, es importante 'evitar la deshidratación mediante la reposición de líquidos' y el seguimiento de una dieta adecuada (sopas o caldos de arroz, patatas hervidas, carnes y pescados blancos a la plancha, manzana rayada y yogur desnatado bioactivo). Existen preparados comerciales de fácil manejo para la rehidratación oral. Si la diarrea se prolonga más de tres días o los síntomas son muy llamativos, es necesario consultar al médico.

Todo en una página web

Viajarsano.com es la dirección de la página web que la Sociedad Española de Medicina Tropical y Salud Internacional acaba de poner a disposición de todos los interesados desde este mes de julio. Se trata de un servicio gratuito, con un enfoque divulgativo, dirigido a todas las personas que precisen cualquier tipo de información en relación con la salud y los viajes. Según el coordinador de esta página, Rogelio López-Vélez, responsable de la unidad de Medicina Tropical del hospital Ramón y Cajal de Madrid, es posible acceder fácilmente a los distintos apartados de que consta: normas y consejos generales, país por país, vacunaciones, diarrea del viajero, paludismo o malaria, otras enfermedades, y adónde acudir antes y después del viaje. La Organización Mundial del Turismo ha constatado un crecimiento anual del 4,3% de los viajes internacionales durante el decenio de 1989-1999 y prevé un incremento superior para la presente década. En 1998, 635,1 millones de turistas, cifra que representa el 10% de la población mundial, cruzaron las fronteras: 122,7 millones se dirigieron al continente americano, 381,1, a Europa; 86,6 encaminaron su destino hacia el este de Asia y regiones del Pacífico; 24,7, a África; 15, a Oriente Próximo, y 5, al sur de Asia. Entre los 40 países más receptores de viajeros se encuentran al menos 10 considerados subdesarrollados o en vías de desarrollo y donde el riesgo de contraer alguna enfermedad contagiosa es alto. En 1998 la mayor expansión porcentual de turismo se dio en África, con un incremento del 44% respecto al periodo 1993-1997. España es actualmente el segundo país receptor de turistas del mundo, con cerca de 48 millones anuales. Y de 12 a 13 millones de españoles viajan cada año al extranjero, muchos de ellos hacia regiones tropicales y del África subsahariana, donde el riesgo de contraer paludismo y otras infecciones es muy alto.

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