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Un segundo centro de salud rechaza la centralización de los historiales clínicos

El País

Un segundo centro de salud ha solicitado a Osakidetza que retire el programa informático Osabide, cuyo fin es crear una base de datos centralizada de los historiales clínicos de todos los usuarios de los centros sanitarios de Euskadi. A esta base tendrán acceso informático todos los médicos de los centros de la red de atención primaria y de la hospitalaria.

Los trabajadores del centro de salud de Lakua, en Vitoria, han enviado una carta al director de Atención Primaria de Osakidetza en la que le expresan su malestar con el programa Osabide, por considerar que es 'excesivamente lento, se bloquea diariamente, no se adapta al proceso natural de una consulta médica y no es funcional'.

El sistema fue implantado en el centro el pasado 15 de abril. Lakua, con una plantilla cercana a la veintena de profesionales y que atiende a una población que ronda las 17.000 personas, se suma así al centro de Sansomendi, también en Vitoria, que inició la revuelta contra Osabide hace varios meses.

La previsión de Osakidetza es que el programa funcione en los más de 300 centros de salud y ambulatorios en 2003, momento en que los profesionales sanitarios dispondrán de un historial clínico único y accesible de cada paciente. Los responsables del centro de Sansomendi se negaron a trabajar con el programa porque entienden que es peor que el anterior y porque no respeta la confidencialidad de los datos de los pacientes.

A diferencia de sus compañeros de Sansomendi, los trabajadores de Lakua no hacen referencia en su carta al director de Atención Primaria a la posible vulneración de la confidencialidad y se centran exclusivamente en cuestiones de funcionalidad. Según indican, las mejoras que se han realizado en el programa desde que se implantó han ido acompañadas de manera sistemática de un problema 'no previsto', por lo que entienden que 'no está siendo bien pilotado'.

Así, recalcan que Osabide 'no es una herramienta útil como instrumento de soporte ni en las consultas de medicina, ni en las consultas de enfermería, y presenta importantes deficiencias en el área administrativa'. Su conclusión es que en los dos meses y medio que lleva funcionando 'el protagonista de la consulta no es el usuario, sino el programa Osabide' y exigen responsabilidades a quién ha dado la orden de implantar el sistema en su centro.

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El proyecto de Osakidetza está encontrando fuerte contestación en varios ámbitos. A nivel político, el PSE lo ha cuestionado con varias iniciativas parlamentarias solicitando más información sobre las características del sistema al entender que puede vulnerar el derecho a la confidencialidad. Por otra parte, varios cientos de ciudadanos del centro de salud de Sansomendi avalaron con su firma una queja por el mismo motivo ante el Ararteko y ante la Agencia Española de Protección de Datos.

Por el momento ni el Ararteko ni la Agencia Española de Protección de Datos han expresado su opinión sobre la cuestión de una manera oficial, aunque los técnicos del Defensor del Pueblo Vasco que han estudiado a fondo el programa Osabide consideran que cumple con las medidas de seguridad y confidencialidad que exige la Ley de Protección de Datos. La Agencia, que recibió a mediados de junio toda la información procedente de Osakidetza, también se pronunciará sobre la cuestión. Por su parte, Osakidetza ha presentado dos informes jurídicos al Parlamento en un intento de garantizar que Osabide no vulnera ningún derecho.

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