Londres y Berlín ahondan sus diferencias sobre el futuro de la UE

Las discrepancias entre Berlín y Londres sobre cómo debe ser la Europa del futuro son cada día más obvias. El último escenario de confrontación ha sido la Convención sobre el futuro de la UE, que ayer y anteayer debatió en Bruselas sobre las políticas exterior y de defensa. Reino Unido y Alemania coinciden en que una sola persona debe estar al frente de la acción exterior de la Unión, pero ahí acaban las coincidencias. Los británicos sostienen que debe ser el Consejo, es decir, los Gobiernos, quien tenga siempre la última palabra. Los alemanes defienden que sea la Comisión Europea la que dirija la política exterior en su tradicional apuesta por una Europa más federal a imagen y semejanza de Berlín.

Todos coinciden en que para darle más peso a la Unión Europea en la escena internacional deben fundirse las figuras del actual comisario de Relaciones Exteriores y la del Alto Representante de la Política Exterior y de Seguridad Común, Mister Pesc, además de sumarle las funciones de política de seguridad y defensa. Pero cuando se habla de sobre quién debe recaer y cómo debe desempeñarse esta función, las posiciones chocan entre Alemania y Reino Unido, cada una apoyada por un grupo de países. ¿Comisión Europea o Consejo de la UE?

Diplomacia 'creíble'

Londres defiende que la diplomacia europea es un trabajo que debe permanecer bajo el control de los gobiernos nacionales 'para que sea creíble' y 'democráticamente aceptable en cada país'. Propone incluso que se refuerce el poder de Mister Pesc, hoy encarnado en la figura de Javier Solana, y por eso considera que todos los poderes deben concentrarse en el Consejo. Según Peter Hain, el alto representante para la PESC deberá presidir el Consejo de Asuntos Generales y el de Relaciones Exteriores, tener derecho de iniciativa y participar en los debates internos de la Comisión Europea cuando se traten cuestiones de política exterior. Además, añade que la política exterior europea nunca será operacional 'si no cuenta con la fuerza específica de cada país'. 'Si no reconocemos esto, nunca avanzaremos', dijo.

Berlín comparte la idea de dotar al alto representante de la política exterior de la UE de derecho de iniciativa y que se le confíe la presidencia del Consejo de Relaciones Exteriores y de Defensa. También pide que se acabe con la fórmula de la troika. Pero, por el contrario, considera que la política exterior debe estar comunitarizada. El alemán Peter Glotz propone un sistema de 'doble casco' por el que sería un comisario al que el consejo le confiaría un mandato de manera que el jefe de la diplomacia europea forme parte a la vez de la presidencia del ejecutivo comunitario y represente a los Estados miembros.

Diego López Garrido, miembro suplente del Parlamento español en la Convención, comparte la idea británica de que la diplomacia europea se lleve desde el Consejo a través de la figura de un presidente que 'dé una voz y una cara' a la UE.