La educación, actividades musicales y teatrales y el circo se suman a las actividades exentas de impuestos

El proyecto de Ley de Mecenazgo que el Gobierno aprobará en unos días ha tenido una gestación larga. Hacienda empezó a trabajar en él a principios del pasado año, cuando Enrique Giménez-Reyna era secretario de Estado. Tras el caso Gescartera, los trabajos de Giménez-Reyna se pusieron bajo sospecha por sus relaciones con la Fundación ONCE. El ministro Cristóbal Montoro lo guardó en un cajón, igual que ha sucedido con la reforma de la Ley General Tributaria. La Ley de Mecenazgo ha sido la primera en desempolvarse, aunque también sufrió un parón cuando al actual secretario de Estado de Hacienda, Estanislao Rodríguez Ponga, se le vinculó con el caso de las cuentas secretas del BBVA. Con el paso de los meses, el texto legal ha dado muchas vueltas, aunque ahora Montoro parece decidido a sacarlo adelante. El efecto es que la larga lista de actividades con exención fiscal ha ido engordando.

Respecto de la normativa actual, el cambio fundamental es que se da una lista cerrada, ya que hasta ahora era la Agencia Tributaria la que debía autorizar cada caso concreto. A la relación incluida en el texto anterior -asistencia social y sanitaria, investigación y desarrollo, medio ambiente, cultura, enseñanza, edición de libros y deporte- la norma que el viernes aprobará el Gobierno incluye la educación (niños menores de tres años), las actividades musicales y teatrales, coreográficas y circenses, así como la edición de revistas, folletos y material audiovisual.

El sector recibirá de esta forma un impulso considerable. En la actualidad existen 5.500 fundaciones en España, según un estudio de ESADE. De ellas, 120 son fundaciones de empresas, 62 de las cuales pertenecen a alguna de las mil primeras empresas en facturación. Un estudio del BBVA señala que las entidades sin fines de lucro mueven al año unos 24.000 millones de euros.