EE UU y la UE financiarán la destrucción de armas en Rusia
Estados Unidos y la Unión Europea dedicarán 20.000 millones de dólares (casi 20.000 millones de euros) durante los próximos diez años para financiar el reciclaje de unas 6.000 ojivas nucleares en Rusia, que representan unas 500 toneladas de uranio.
El acuerdo, al que Vladímir Putin planteaba serias objeciones, fue cerrado el miércoles por el primer ministro canadiense, Jean Chrétien, con el presidente ruso y aceptado ayer por la cumbre del G-8. Coincidiendo con la realización del pacto, se anunció oficialmente que Rusia pasa a ser miembro de pleno derecho del exclusivo club de los países calificados hasta ahora como los más ricos del mundo, que, tras la inclusión del gigante ruso, tendrán que pasar a ser caracterizados como los más importantes del mundo.
Rusia se sentó por primera vez con los grandes en 1995, representada entonces por Borís Yeltsin, pero su adscripción al grupo fue parcial. Aunque la colaboración se fue intensificando con el tiempo, el retraso de la reforma económicas en Rusia actuó como un lastre y todavía en esta cumbre de Kananaskis el presidente ruso no ha intervenido en la primera reunión sobre temas económicos, lo que permitía seguir hablando de una dualidad entre un G-7 económico y un G-8 más político.
Moscú se une al club
A partir de ahora, y apenas un mes después de que la UE reconociera oficialmente a Rusia como economía de mercado, se podrá hablar únicamente de G-8. El comunicado del club que da cuenta de este ingreso pleno califica la decisión de 'histórica' y afirma: 'El mundo está cambiando. Rusia ha demostrado su capacidad de jugar un papel pleno y significativo en la conducción de los problemas globales que todos afrontamos'.
'Esta decisión refleja la notable transformación democrática y económica que se ha producido en Rusia en estos últimos años, en particular bajo el liderazgo de Vladímir Putin', añade el comunicado.
Rusia albergará la primera cumbre de los Ocho que se celebrará en su territorio el año 2006, cuando será posible hacer un balance avanzado de la marcha del plan de reducción de sus arsenales. El plan prevé una reducción en dos tercios, hasta un nivel de entre 1.700 y 2.200 ojivas para 2012. Parte del material radiactivo será llevado a EE UU para su uso en centrales nucleares y Rusia obtendrá unos 5.000 millones de dólares de la venta de combustible, que deberá dedicar a descontaminación y a la reconversión de industrias militares. EE UU y la UE sufragarán por partes iguales los 20.000 millones de dólares necesarios.
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