Viejos hábitos en Perú
La situación en el sur de Perú se le está yendo de las manos al presidente Alejandro Toledo, que ha cancelado por este motivo un viaje al exterior. En cinco días de protestas desatadas por la venta de dos empresas eléctricas estatales, los disturbios en Arequipa, la segunda ciudad del país, han provocado ya dos muertos, decenas de heridos y enormes pérdidas materiales. El clima de violencia y tensión intenta combatirse desde Lima con el estado de emergencia y el toque de queda. La protesta de Arequipa, donde intenta negociar una comisión gubernamental, ha suscitado solidaridad de otras ciudades, desde la surandina Cuzco hasta la norteña Iquitos, donde decenas de miles de manifestantes salen a la calle contra los planes privatizadores del Gobierno peruano.
A los once meses de llegar al poder, Toledo, cuya popularidad cae en picado desde hace tiempo, se enfrenta a una grave crisis que amenaza con llevarse por delante el capital político que consiguiera en el sur del país, donde fue votado masivamente. El presidente se comprometió por escrito durante su campaña a no privatizar las empresas generadoras Egasa y Egesur, que muchos arequipeños ven como su garantía laboral. Su venta se ha hecho a la belga Tractebel -investigada por presuntos sobornos a Fujimori y única ofertante- mediante un proceso que está en tela de juicio. Por todo ello un juez dictó una medida cautelar de la que el Gobierno ha hecho caso omiso.
Toledo prometió a sus conciudadanos una trasnparencia de la que no ha hecho gala. Perú necesita imperiosamente inversiones extranjeras y el presidente ha decidido apelar a las privatizaciones. Pero después de los compromisos de su campaña electoral y debe explicar por qué ha cambiado de criterio.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.