Las telecomunicaciones viven la peor semana desde el 11 de septiembre
Las acciones de Telefónica pierden un 7% en cinco días, lo que eleva la caída anual al 39%
La crisis de las telecomunicaciones parece que no tiene fondo. Los valores tecnológicos sufrieron ayer un nuevo desplome y cerraron su semana más negra desde el 11 de septiembre del año pasado. Esta vez, la excusa a la que se agarraron los inversores para deshacer posiciones fue la rebaja en las previsiones de beneficio de compañías telefónicas estadounidenses como Sprint.
El jueves fue Lucent, el fabricante de redes y equipos de telecomunicaciones, quien provocó la tormenta al anunciar una rebaja en sus previsiones de negocio, los temidos profit warning. Ayer le tocó el turno a Sprint, el tercer operador de larga distancia y el cuarto de móvil de EE UU, que alarmó al mercado al asegurar que iba a caer el negocio de telefonía fija y que conseguiría entre un 10% y un 15% menos de nuevos abonados celulares.
Pese a la tibieza del anuncio, el mercado lo tomó como el inicio de un nuevo ciclón sobre los valores tecnológicos, y los castigó duramente. Comenzando por Sprint, cuyas acciones cayeron un 26% mientras que su filial de móviles perdía un 37%.
La tormenta continuó con AT&T Wireless, la división de móviles de la mayor operadora de EE UU, cuyos títulos cayeron un 17%; le siguieron Nextel, otro operador móvil, que se desplomó un 13%, y Qualcom, un fabricante de chips para móviles que se dejó un 10%.
Reacción en Europa
En Europa también se produjo el efecto contagio y los principales valores de comunicaciones registraron fuertes caídas, El índice DJ Euro Stoxx Telecomunicaciones, que agrupa a los principales operadores, cayó por segundo día consecutivo más de un 2% y acumula una descenso del 39% en lo que va de año.
Las acciones de Telefónica no se salvaron de la debacle general y perdieron un 1,51%, cerrando a un precio de 9,16 euros por título, desconocido desde enero de 1998. En la semana, los títulos de la empresa con más accionistas de España han caído un 7,01%, lo que eleva las pérdidas anuales al 39,06%. Pero pudo haber sido peor: las acciones llegaban a dejarse más del 5%, por debajo de la barrera de los 9 euros, y se recuperaron justo antes de finalizar la sesión.
La semana negra de Telefónica se ha visto acentuada por la falta de vías de solución en la consabida crisis argentina -pese a la nueva visita de la representación del Fondo Monetario Internacional- y, sobre todo, por los malos augurios que llegan de Brasil, cuya economía puede notar el efecto contagio de la de su vecino país.
De hecho, Brasil es el segundo mercado por importancia del grupo que preside César Alierta, al que ha destinado una inversión de 30.000 millones de euros, con presencia tanto en telefonía fija (Telesp) como en móvil (cinco compañías).
El descenso de la empresa matriz del grupo provocó la caída del resto de filiales, y así TPI se dejó un 2,59%, con un precio de cierre de 4,15 euros por acción; Terra, un 2,59%, con un precio de 5,26 euros por cada título, y Telefónica Móviles, que descendió un 0,65% colocando sus acciones a 6,12 euros.
Sin embargo, el desplome bursátil fue aún mayor en otras operadoras europeas, como France Télécom, que perdió un 6,76%; British Telecom, un 3,89%; Vodafone, un 3,26%; Deutsche Telekom, un 2,84% y Telecom Italia, un 2,05%.
Los mínimos que atraviesan todos los operadores dan lugar a especulaciones. Así le ha ocurrido a Avanzit, la empresa de tecnologías de la información que suspendió pagos hace 15 días y que esta semana se revalorizó un 82,24%, tomando distancia de los mínimos que tocó el viernes de la semana pasada.
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