Sube la presión

Si una situación puede emporar, sucede algo como lo que pasó ayer, cuando el BCE revisó al alza sus perspectivas de inflación en la eurozona para este año, lo que bien puede significar que los tipos de interés están en revisión justo cuando la deuda del sector de telecomunicaciones se ha convertido en un lastre que resulta casi imposible arrastrar.

Las consecuencias fueron inmediatas y ni siquiera hubo que esperar a la apertura de Wall Street, que tenía que hacer frente a la caída de las ventas al por menor em mayo, para saber cómo iba a ser el final de la jornada.

El Ibex 35 cedió el 1,23% y el índice general de la Bolsa de Madrid el 0,96%, lo que les lleva a profundizar en la zona de mínimos junto con el resto de los grandes mercados europeos.

Los inversores españoles ya se habína desayunado con el dato de la inflación de mayo que, si bien es producto del diferencial de crecimiento de la economía española respecto del entorno, según la versión oficial, cuestiona la capacidad de esta economía para competir con ese entorno incapaz de generar inflación. El día anterior se conocía el IPC de Francia, con una subida del 0,1% y una tasa interanual de inflación del 1,4%, que sin duda es un indicador a favor de las tesis oficiales pero que, sin embargo, animó a los inversores a deshacer posiciones.

Los recortes en los mercados europeos fueron similares al de la bolsa española, ya que la crisis es de todo un sector. París cedió el 1,18%, Londres el 1,64% y Francfort perdía el 0,74% antes de cerrar. La recuperación de la bolsa alemana se debía a la momentánea recuperación de Wall Street, que a media tarde perdía tan sólo el 0,17%, 16 puntos, después de bajar 107 en la apertura.

La contratación en el Mercado Continuo descendió hasta los 1.371,76 millones de euros, con un tercio del total negociado por Telefónica.