Los precios vuelven a dispararse en mayo y aumenta la diferencia con la media europea
La inflación estructural rompe la barrera del 4%, el nivel más alto desde marzo de 1996
Los precios crecen sin control, en una economía que se desacelera y que no acaba de digerir la incorporación del euro. Así se resume el resultado de la inflación en mayo, con una subida del 0,4% respecto de abril, un 3,6% en los últimos 12 meses, un 2,5% acumulado desde enero y un 4,1% en la denominada inflación subyacente (descontados los precios de la energía y los alimentos frescos), el peor dato desde que gobierna el PP (marzo de 1996). Vestido, restaurantes, bares y cafeterías, viajes organizados y alimentación, explican la mayor parte de este mal IPC, que eleva el diferencial con la zona euro a 1,7 puntos, el máximo desde que nació la unión monetaria (enero de 1999).
Nadie escapó ayer al disgusto que provocaron estos datos, tras su publicación por el Instituto Nacional de Estadística (INE). En vísperas de la huelga general del 20-J y del Consejo de Ministros de Economía y Finanzas de la UE, al área económica del Gobierno le hubiera venido bien tener en el IPC una buena tabla a la que agarrarse. No ha sido así. La inflación de mayo repite el 3,6% de abril, un resultado ya entonces decepcionante, que no ha mejorado ni una décima. El vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, calificó de 'no positivos' estos datos y los justificó en que, gracias a las actuales condiciones monetarias, hay una demanda de créditos fuerte que engorda el consumo.
Crece el diferencial
España vuelve a quedar así en evidencia ante el resto de sus socios de la moneda única. Francia ha llegado a mayo con una inflación del 1,5% sobre un año antes, Alemania está en el 1,2% e incluso Italia registra un 2,3%. El objetivo de la Comisión Europea para la media de la zona euro es un 2%. De confirmarse esta cifra, el diferencial español, que escaló en abril hasta 1,3 puntos, se habría disparado hasta 1,7, el nivel más alto desde la creación de la unión monetaria, en enero de 1999. Rato admitió ayer que esto supone un problema para la competitividad de la economía española.
Con este mal expediente se presentará Rato el próximo jueves ante sus colegas de la UE para exigirles más disciplina presupuestaria. Se hará balance del euro y el ministro de Economía español no podrá dar lecciones de casi nada. Desde que se puso en circulación la moneda europea, el 1 de enero de este año, los precios españoles se han acelerado medio punto, la tendencia contraria al resto de la UE. Como ya se advirtió, las tensiones de precios no han desaparecido cinco meses después de la introducción del euro y se han centrado en el vestido y en el sector servicios.
La llegada de la ropa de verano a las tiendas ha supuesto otra subida (1,1%) parecida a la de un mes antes, que se puede relacionar con el euro. El vestido explica algo más de una décima de las cuatro de aumento del IPC general respecto de abril. El resto se reparte entre restaurantes, bares y cafeterías (subida del 0,3% mensual), viajes organizados (2,9%), carburantes y lubricantes (0,3%) y automóviles (0,2%). Junto al redondeo y el sobrerredondeo del euro, el aumento de los precios del petróleo en lo que va de año también ha añadido leña a la inflación.
La alimentación es otro de los focos de inflación, que ha contribuido con una décima al IPC de mayo. Tanto los alimentos elaborados -incluido el tabaco- como los no elaborados han aumentado un 0,4% respecto de abril. En los últimos 12 meses, los primeros han crecido un 4,9% y los segundos, un 5,4%. La tasa anual de los alimentos elaborados se ha acelerado siete décimas desde principios de año, y nueve la de los productos frescos.
El aceite sube un 20%
Entre los alimentos frescos, ha habido subidas importantes en la carne de ave (1,2% respecto de abril), el pescado (0,7%) y la fruta (0,6%). En los elaborados, destaca sobre todo el aceite (1,4% de aumento en el mes), cuyo precio ha subido nada menos que un 20% en el último año. Sólo dos productos alimenticios han bajado en el mes: el cordero (0,8%) y los huevos (0,8%).
El sector servicios ha aumentado sus precios tres décimas en relación a abril y su tasa anual se aceleró en esa misma cuantía, hasta el 4,8%. La razón está, sobre todo, en la evolución de los precios de los bares y restaurantes. También ha influido el transporte público interurbano (subida del 0,4% en el mes y del 6,6% en el último año). Han bajado, por el contrario, el grupo de medicina (0,5% en el mes) y se han mantenido estables enseñanza y teléfono.
Los problemas están suficientemente repartidos y son abundantes en todos los sectores del IPC, pero especialmente en lo que se denomina inflación subyacente o estructural. Se obtiene tras descontar del índice general los precios de los alimentos frescos y la energía y el resultado en mayo es una subida del 0,4%. La variación de los últimos 12 meses escala hasta el 4,1%, la tasa más alta desde marzo de 1996. Desde enero de este año, la inflación subyacente, la más observada por los analistas, se ha acelerado medio punto.
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