Comunicando
A través de la radio se oye el mundo, y un modesto equipo lanzando la señal hasta pequeños transistores deviene en poderosísimo instrumento de comunicación. Por eso les cuento hoy que hay en Ecuador dos emisoras que piden socorro para poder ayudar. Una es Radio Católica de Cuenca, con vocación ecuménica y de servicio, que desde 1998 fomenta 'actitudes más humanas, fraternas, solidarias, ecológicas, democráticas y participativas'. Ofrece, a una población de medio millón de habitantes, programas informativos, para los jóvenes, de vindicación de la mujer, contra el alcoholismo... y no admite anuncios.
También está Radio Chaguarurco, proyecto de las organizaciones campesinas del sur de la provincia de Azuay y parte del norte de Perú, una región montañosa abandonada por el gobierno que sin embargo propicia una buena difusión de la señal con sólo tres kilovatios de potencia. Su lema es No estás solo, está al servicio de la comunidad y se ha hecho indispensable: promueve encuentros y reclamaciones, se constituye en mediadora para enviar comunicados en lugares a donde no han llegado ni el teléfono ni Internet. El campesino silenciado hace oir su voz y la programación incluye consejos de salud, higiene y nutrición, conservación del medio ambiente, información para agricultores, difusión de la cultura y la lengua (algunos espacios se transmiten en quischua)
Aunque admite publicidad, no la procedente de alcohol o tabaco, y resulta obvio que los grandes anunciantes no están muy interesados por un rincón del planeta donde a penas se consume. Por todo ello las emisoras, aunque el personal suele hacer un trabajo voluntario, dependen de las ayudas solidarias, como el 0,7% del presupuesto que en los dos últimos ejercicios les ha destinado la Unió de Periodistes. Pero aún falta bastante. La doctora Silvia Sarabia presentó el proyecto en el marco de Solidaria, y nos habló de la Fundación Ser y de sus planes para poner en marcha un programa en defensa de los derechos de la mujeres, en un país donde el 64% han sido agredidas por sus maridos.
Son cuatro perras, pero necesitan cooperación. ¿Se estirará algo la Dirección General de ídem?
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