Los Quince entregan en la ONU su ratificación del Protocolo de Kioto

La Unión Europea presentó ayer en la ONU los instrumentos de ratificación del Protocolo de Kioto, el acuerdo que obliga a los países industrializados a recortar sus emisiones contaminantes. El gesto de la UE subrayó la ausencia del mayor contaminante del planeta, Estados Unidos, que representa el 36,1% de las emisiones mundiales y que se ha opuesto a ratificar este intrumento de la Convención de la ONU sobre Cambio Climático.

La ceremonia fue breve pero simbólica, en palabras del ministro español de Medio Ambiente, Jaume Matas, quien habló en nombre de los europeos y dijo que era 'la expresión de la convicción y el compromiso de los millones de ciudadanos de la UE de que el Protocolo de Kioto es el mejor instrumento' para reducir las concentraciones de gases de efecto invernadero.

El acuerdo alcanzado en Kioto en 1997 obliga a las naciones más avanzadas a recortar para el periodo 2008-2012 en un 5,2% respecto al nivel de 1990 sus emisiones de seis gases contaminantes, sobre todo de dióxido de carbono, objetivo hacia el que los países se encaminan con desigual ritmo. España es el país que menos se ajusta al objetivo de la UE (una reducción global del 8%) al haber aumentado sus emisiones hasta el 2000 en un 33,7% desde 1990, cuando el máximo fijado por la UE para España es el 15%.

Para que el protocolo entre en vigor es necesario que lo ratifiquen al menos 55 países de la convención y que el total de sus emisiones representen al menos el 55% de las emisiones mundiales de 1990. Hasta el pasado 6 de mayo, lo habían ratificado 54 naciones (tan sólo el 2,4% de las emisiones). Con la Unión Europea, el número de firmantes asciende a 69 y el porcentaje de gases al 26,6%. Si Japón y Rusia lo ratifican pronto, el porcentaje se elevará a 52,5%. Por ello la UE insiste en que países como Noruega, Nueva Zelanda, Australia y Suiza se acojan al protocolo cuanto antes para cumplir el 55% de las emisiones, lo que garantizaría su entrada en vigor.

Voluntad política

La ratificación de la UE 'es una muestra clara de que, con la suficiente voluntad política y el esfuerzo social colectivo, los retos de nuestro tiempo pueden ser abordados, satisfactoriamente, a través de instrumentos de cooperación multilateral, por muy complejos que sean', dijo Matas. 'El fenómeno del cambio climático es probablemente uno de los problemas más graves y complejos a los que ha de enfrentarse la humanidad en el comienzo de este siglo y de este milenio'.

Durante la conferencia de prensa posterior, la comisaria europea de Medio Ambiente, Margot Wallström, fue especialmente dura con Estados Unidos, 'la única nación que se ha pronunciado en contra del acuerdo y ha rechazado el protocolo. La comisaria pidió a Estados Unidos que 'reconsidere su postura' y repitió que 'todos los países deben actuar pero las naciones industrializadas deben tomar el liderazgo'. Reconoció, sin embargo, que por ahora existen escasas posibilidades de que Washington cambie de opinión.

El Gobierno del presidente estadounidense George Bush se opone al protocolo de Kioto, que califica de desequilibrado por no incluir a los países en desarrollo y asegura que las restricciones del acuerdo perjudicarían a su economía. Según las cifras avanzadas ayer por Wallström, Estados Unidos habrá aumentado sus emisiones en un 30% para el 2010 respecto al nivel de 1990.

La ratificación europea ocurre justo a tiempo para que, si se suman otros países, el protocolo pueda entrar en vigor antes de la Cumbre Mundial de Desarrollo Sostenible que se celebrará en Johanesburgo a finales de agosto.