Autonomía en centros

Recientemente se ha publicado la noticia de que el Departamento de Educación impidió castigar sin comedor a un niño de 5 años de un colegio de Bilbao que orinó en el patio. Me he quedado estupefacto y muy preocupado por el precedente que esto puede ocasionar en casos que se dan en los centros educativos con relativa asiduidad. Por ello, quiero manifestar todo mi apoyo y solidaridad a la dirección del centro, reflejada en la Comisión de Convivencia que, haciendo uso de sus facultades, tomó la medida que ellos juzgaron más idónea, y censurar la actitud de los responsables de la Admistración educativa que una vez más, pasan por alto la autonomía del centro en cuanto a la toma de decisiones internas se refiere, tanto más, sabiendo que la actividad de comedor es una actividad voluntaria y como tal, está sujeta a unas normas específicas para sus usuarios.

Flaco favor se hace a la comunidad educativa con medidas como éstas, y acontecimientos como este pueden empujar a que personas , como es mi caso, que estamos en contra de la Ley de Calidad que nos viene , nos podamos replantear nuestra opinión al respecto,dado que en la mencionada ley la figura del director, en cuanto a la toma de decisiones se refiere, sale bastante reforzada.