Argentina debate si deroga la ley bancaria, tal como solicita el FMI

La fractura del grupo de senadores peronistas retrasaba anoche el comienzo de la sesión en la que se debía tratar la derogación de la Ley de Subversión Económica, uno de los requisitos que exige el Fondo Monetario Internacional (FMI) al Gobierno argentino antes de discutir la reanudación de la asistencia financiera al país. El presidente Eduardo Duhalde se había concedido el plazo de una semana para cumplir con todas las demandas del FMI después de que los gobernadores peronistas se comprometieran, a su vez, el pasado lunes, a apoyarle en el tramo final de su gestión.

La derogación de la ley aprobada por el Senado la pasada semana no fue ratificada por la Cámara de los Diputados, que votó a su vez un proyecto de reforma que no satisface al FMI. El Senado debería contar ahora con un dictamen previo de la Comisión de Asuntos Penales para insistir en la derogación. El peronismo tiene mayoría propia, pero no puede convencer a los senadores disidentes de su partido y no conseguía ayer, hasta última hora de la noche en España, reunir los dos tercios de los presentes para forzar el tratamiento sobre tablas. El senador Ricardo Gómez Díez, del Partido Renovador de la provincia de Salta, coautor del proyecto de derogación votado inicialmente, estimó por la tarde que 'probablemente haya que esperar hasta la sesión del jueves' para aprobar la derogación definitiva de la ley.

Pactos con las provincias

Mientras tanto, los funcionarios del Ejecutivo avanzaron en la discusión de los acuerdos con las 15 provincias que aún no han firmado los pactos fiscales para reducir el 60% de sus pasivos. A las dos más importantes, Buenos Aires y Santa Fe, se les reconocerán las deudas que reclaman al Gobierno federal y que se pagarán con letras de cancelación de obligaciones provinciales (Lecop). Los funcionarios de Buenos Aires explicaron a los técnicos del Fondo Monetario la gravedad de la crisis que atraviesa la provincia más grande y más poblada del país, particularmente en la periferia de la capital federal, y la imposibilidad de reducir más del 50% del déficit. Las provincias argentinas no se comprometieron a reducir ni a dejar de emitir este año los bonos de deuda que circulan como monedas.

Duhalde tiene ya preparado el decreto elaborado por el Ministerio de Economía por el que se ofrece a los ahorradores títulos de deuda a cambio del dinero a plazo en los bancos, 'reprogramados' compulsivamente el pasado diciembre y que los bancos debían comenzar a devolver a partir de 2003 en cuotas que llegaban hasta 2005.

El canje de bonos por dinero no será 'obligatorio', como reclamaba la Asociación de Bancos de Argentina (ABA), que reúne a la banca extranjera. Los ahorradores podrán optar por bonos en dólares o en pesos con distintas tasas y plazos de pago y los certificados de depósitos servirán como moneda en la compra de bienes registrables.