La 'ley seca' levanta ampollas

Fabricantes de bebidas alcohólicas y anunciantes han abierto una particular cruzada contra el anteproyecto de ley que ultima el Gobierno para limitar la venta y publicidad de estos productos. La futura norma, bautizada ya como 'ley seca', es, a su juicio, restrictiva, lesiva para sectores empresariales con peso y relevancia en la economía española y va a ser ineficaz para frenar el consumo entre los jóvenes.

Las bebidas de alta graduación facturan 2.400 millones de euros al año. El sector aporta el 0,43% del PIB y emplea a 4.150 personas

Los anunciantes estiman que la ley reducirá en un 80% la inversión de los fabricantes de bebidas en publicidad, que asciende a 180 millones de euros

'No se va a producir un descenso en el volumen de ventas, pero sí disminuirá la calidad de las bebidas. Las marcas se cuidarán menos. Se está siguiendo el modelo de países nórdicos y en un plazo de años se puede llegar a los resultados que se han vivido en estas naciones, fraudes en las bebidas con destilaciones caseras y contrabando'. Es la voz de alarma que lanza Vicente Dalda, director portavoz de la Federación Española de Bebidas Espirituosas (FEBE), ante la llamada 'ley seca', el borrador de Ley de Prevención del Consumo de Alcohol que ha elaborado el Gobierno. Dalda habla incluso de que el consumo de alcohol puede llegar a realizarse en un futuro en barcos situados en aguas internacionales para evitar la persecución legal. 'Todas las leyes prohibicionistas llevan a la marginación del producto entre sectores de la población que hacen un consumo responsable y favoreciendo a sectores sociales que tienden a usar cualquier producto', agrega Velasco.

Según los últimos datos conocidos, el consumo de bebidas de alta graduación ha alcanzado los 275 millones de litros, con un valor que supera los 2.400 millones de euros. El sector representa un 0,43% del PIB y da trabajo directo a 4.150 personas. En España hay 300.000 puntos de venta.

El anuncio de la 'ley seca' ha logrado la movilización de todos los sectores empresariales afectados, que reclaman un diálogo con la Administración. 'No nos oponemos a que se luche contra el consumo de alcohol, pero sí a que se restrinja la comunicación, la libertad comercial. Son medidas incoherentes e ineficaces', asegura Alberto Velasco, presidente de la Asociación Española de Anunciantes y portavoz de 16 asociaciones del sector. Según Velasco, se reducirá en un 80% la inversión de las compañías productoras en publicidad. El gasto anual asciende a 180 millones de euros. La inversión se ha duplicado en los últimos diez años.

El anteproyecto se encuentra pendiente de aprobación definitiva por el Gobierno. En su actual regulación, prohíbe realizar en televisión publicidad de bebidas de más de veinte grados. La promoción de las autorizadas tampoco podrá realizarse en medios audiovisuales entre ocho de la mañana y diez de la noche. La promoción del alcohol no podrá pasar del 15% del total del tiempo reservado a la publicidad. En el caso de diarios y revistas, no será posible que los anuncios superen la cuarta parte de las páginas. Para las bebidas de más de veinte grados no se autoriza tampoco la publicidad en las calles. No se permite realizarla en transportes públicos y estaciones. Se impide la promoción de actividades o espectáculos para menores.

'La publicidad del alcohol no se realiza en España para ampliar el mercado, sino para ganar posiciones a la competencia. El mercado no está creciendo', indica Alberto Velasco. Esta opinión coincidiría con las conclusiones del World Drink Trends, que señala el descenso del consumo de vino y bebidas espirituosas en España en los últimos veinte años. En el caso de las espirituosas se ha pasado de tres litros por persona y año en 1978 a los 2,4 actuales o de los 77 litros de vino a los 33 de los últimos años. La excepción sería la cerveza, que, con oscilaciones, ha experimentado un aumento del consumo de 13,3 litros anuales por persona en 1961 a los 71,8 actuales. España se situaría en el octavo lugar del consumo de alcohol entre las naciones europeas. El primer puesto lo ocupa Irlanda,

'Se ha producido una autorregulación por parte de los anunciantes para prevenir el abuso en el consumo. No dirigimos la publicidad a menores de 18 años y antes de las ocho y media de la noche no se hace promoción de alcohol en televisión', insiste Velasco. Este control se haría a través de la Asociación para la Autorregulación de la Comunicación Comercial. La tesis de las agencias coincide con la posición de los fabricantes que defienden la autorregulación como el mejor medio para prevenir los excesos.

La industria rechaza la diferenciación de bebidas por grados. Se considera que los efectos del alcohol ingerido no dependen sólo de la graduación, sino también de la cantidad, un criterio que, según los fabricantes, el anteproyecto no tiene en cuenta. Si el texto actual de la 'ley seca' fuera finalmente aprobado, se situaría en línea con los países que mantienen un criterio más restrictivo sobre la publicidad del alcohol. Sería el caso de la llamada ley Evan en Francia, que impide la publicidad televisiva.

Guiness UDV es la empresa que realizó el pasado año una mayor inversión publicitaria, con un total de 37,8 millones de euros. La siguieron Bacardi-Martín, con 21 millones, y Allied Domec, con catorce millones.