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Reportaje:

Inversión sin baches en la autopista

Acesa aporta 54,52 millones de euros a los resultados de la caja y 42 millones a dividendos

El negocio de las autopistas es uno de los más viejos y estables en la variopinta cartera de participaciones industriales de La Caixa, focalizada en las empresas de servicios. Su parte en Acesa, que se fusionará con Áurea, le ha supuesto una inversión rentable y sin quebraderos de cabeza. Hoy, el sector gana protagonismo inversor por la obsesión de los gobiernos por el déficit público.

La rentabilidad de las autopistas, un claro valor refugio para los inversores, supera en un par de puntos la de la deuda pública a largo
La antigüedad de la inversión de La Caixa en Acesa explica en buena parte su revalorización, con unas plusvalías de 459 millones de euros

La apuesta por Acesa, controlada en un 31,7% por la primera caja de ahorros española, no figura en el quinteto que más le ha hecho rascarse el bolsillo a La Caixa: le ha costado 578 millones de euros, menos de la mitad que su tajada en Telefónica (3,6%) o en Gas Natural (26,4%), poco más de la mitad de lo invertido en Endesa (5%) y una tercera parte de lo desembolsado en Deutsche Bank (4%) o Repsol (12,5%).

Además de los 42 millones de euros que le aporta Acesa en concepto de dividendos, la empresa de autopistas contribuye con 54,52 millones de euros a los resultados de La Caixa por puesta en equivalencia (parte proporcional de los beneficios de las compañías participadas). Así, Acesa pesa poco menos de un 9% en esta partida, que en 2001 se elevó a 625 millones de euros. Esta cartera industrial, en la que La Caixa invierte cerca de un 15% de los recursos que capta (el resto va a créditos), está compuesta de mordiscos accionariales en empresas 'que hacen cosas que la gente entiende', como gusta repetir el presidente de La Caixa, Josep Vilarasau. Este conglomerado de participaciones ha sustituido a las antiguas inversiones en pisos de la caja.

Lo tradicional de la apuesta por las autopistas -en las que ya estaban presentes, por separado, la Caja de Ahorros de Barcelona y la Caja de Pensiones, antes de fusionarse en La Caixa- explica las plusvalías generadas. De la veintena de participaciones de la entidad, Acesa escala a un tercer puesto -sólo por detrás, pero a considerable distancia- de Telefónica y Gas Natural en cuanto a revalorización. A 31 de diciembre de 2001, la plusvalía de la participación de La Caixa en Acesa era de 459 millones de euros. La diferencia entre el valor de compra y el de mercado de toda la cartera era de 3.821 millones. Contra otras inversiones más expuestas a los vaivenes de los ciclos, Acesa da a la caja un rendimiento estable, bien acogido también por el inversor particular en tiempos de crisis como 2001 y que, como suele decir el presidente de la empresa, Isidre Fainé, tiende a situarse dos puntos sobre la rentabilidad de la deuda pública a largo plazo.

'Las autopistas son un negocio muy garantizado por las propias concesiones y, dada la coyuntura europea y la preocupación de los Gobiernos por controlar el déficit público, se augura un protagonismo mucho mayor de la iniciativa privada en la financiación de los proyectos de infraestructuras', reflexiona Nicolás Lasarte, de Safei.

La relación de beneficios sobre ingresos en el sector arroja unos porcentajes muy elevados: en el caso de Acesa, se eleva a un 25,2%; a un 41,45%, en el de Áurea, y a un 25,7%, en el de Iberpistas. Áurea y Acesa tienen, además, cierto margen para endeudarse para acometer nuevos proyectos. 'Acesa y Áurea están poco endeudadas para lo que es este negocio, en el que es deseable un ratio del 50% sobre recursos propios', afirma César Rodríguez, de Ahorro y Corporación. Con un 45%, Áurea se acerca más a este nivel que Acesa, con un 38%.

La próxima privatización de la entidad nacional de autopistas ENA es uno de los proyectos que suscitan interés en el sector, aún muy atomizado. 'El riesgo es más reducido que en el caso de una concesión nueva', comenta Rodríguez. Otros analistas subrayan que el interés por ENA era elevado para ganar tamaño en España, pero que, vista la dimensión de la sociedad resultante de la integración, este interés se relativiza. Las primeras declaraciones de Fainé tras el anuncio de la fusión, apuntando que el nuevo grupo estudiará acudir a la privatización de las autopistas del sur de Francia, reflejan por dónde van los tiros.

A diferencia de sus rivales españoles, hoy mayoritariamente controlados por empresas constructoras, la nueva Acesa combinará un socio experto en infraestructuras (Dragados, a su vez controlado por ACS) , con un socio que puede asegurar su pulmón financiero. Además, Áurea resuelve 'su relativa menor solvencia financiera respecto de Acesa, que, tras muchos años de inversión, ha acumulado cierto exceso de flujo de caja', opina Miguel Jiménez, de Renta 4. Con ese exceso, y ante el dilema de meterse en otros sectores o invertir en la autopista de al lado, ha ido a por la autopista de al lado, añade Jiménez. Por ahora, a Acesa no le ha salido redonda su incursión en telecomunicaciones, sobre todo por el parón, antes del estreno, del operador de telefonía móvil Xfera, donde tiene un 5,7% en una inversión calificada de 'no estratégica' por el director general de Acesa, Salvador Alemany, ante el retraso de la telefonía móvil de tercera generación.

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