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Reportaje:

Policías y servicios secretos alertan sobre la avalancha de 'ilegales' en la UE

Informes reservados de los Quince narran la llegada masiva de 'ilegales' a la UE

Carlos Yárnoz

'Ciudadanos de China, Pakistán y Afganistán están siendo trasladados al Reino Unido en compartimentos acondicionados en el interior de contenedores de camiones después de pasar varios días en lugares seguros en Bélgica. El acceso a esos compartimentos, camuflados entre paquetes y cajas, es un agujero en el suelo del contenedor. En el habitáculo hay espacio para 15 personas, que viajan agachados o sentados. Se cree que cada camión, conducido por británicos, hace un viaje a la semana'. Por métodos como éste, descrito por los servicios secretos ingleses, en febrero la llegada de emigrantes ilegales al Reino Unido fue un 500% superior a enero a través del túnel del Canal de la Mancha.

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La descripción es una de las incluidas en los resúmenes confidenciales que mensualmente entregan en Bruselas las policías de los Quince para conocer detalles y estadísticas sobre la masiva llegada de emigrantes ilegales a la UE, unos datos que los gobiernos prefieren mantener ocultos. Ha sido a la vista de esos documentos cuando el primer ministro británico, Tony Blair, y el presidente español, José María Aznar, han decidido actuar, sin duda apoyados por su colega italiano, Silvio Berlusconi, quien en abril ya propuso integrar la política europea de emigración dentro de la política exterior común, y el próximo 30 de mayo presentará ante 28 ministros europeos un proyecto para crear la policía europea de fronteras exteriores. En la UE residen 11 millones de inmigrantes regularizados y varios millones más de ilegales.

Para el 91% de los europeos, según Eurostat, la principal preocupación actual es la seguridad, un concepto que la creciente ultraderecha europea relaciona directamente con la emigración. Los documentos reservados depositados en Bruselas narran con datos concretos cómo actúan por toda Europa mafias perfectamente organizadas que ningún país europeo puede combatir en solitario.

El informe británico hace referencia a dos rutas de uso habitual de las mafias para llegar a la isla. Una parte de India y, tras hacer escala en Croacia, concluye en Londres. La otra recluta ciudadanos de India, Pakistán y Sri Lanka y, con escalas en Moscú, Bielorrusia o Ucrania, llegan a Francia o Reino Unido. En febrero pasado, la policía británica intervino 669 documentos de identidad falsos, 832 en enero y 884 el mes anterior.

Los agentes franceses cuentan que entre el 25 y el 28 de marzo desmantelaron dos redes mafiosas. La primera cubría la ruta Tailandia-Italia-Francia. Fueron detenidas 17 personas que vendían a sus víctimas en París permisos falsos de residencia tras pagar entre 450 y 750 euros. La segunda traía ciudadanos de Sri Lanka hasta el Reino Unido. Primero los trasladaba a Alemania como turistas y, escondidos en camiones, los llevaba por Francia hasta Inglaterra. Sólo en 2000, en el Reino Unido se prohibió la entrada a 46.645 sospechosos de querer quedarse irregularmente y otros 50.580 fueron detenidas por el mismo motivo.

Los italianos recuerdan en su informe la llegada a Catania el pasado 18 de mazo del barco Mónica, con 316 hombres, 180 mujeres y 432 menores, la mayoría ellos iraquíes y kurdos controlados por 'una organización criminal sirio-libanesa'. El 10 de abril, en Catanzaro, llegaba el Island Glory con 279 ciudadanos de Sri Lanka y 4 de India. Ese mismo mes se impidió la entrada a 1.517 personas, la mayoría rumanos, búlgaros y croatas.

Los servicios alemanes, que describen una presión fronteriza muy fuerte y en aumento (4.320 rechazados en marzo y 6.090 peticiones de asilo), desvelan que han desplegado 'asesores' para prevenir llegadas indeseadas en Ghana, Pristina, Tirana, Lagos, Moscú y Kuwait, además de 21 oficiales de enlace en Francia (4), Italia (18) y España (1, que visita los aeropuertos de Madrid y Barcelona).

Finlandia, Portugal o Suecia, apenas afectados hasta hace poco por estas avalanchas humanas, empiezan a movilizarse. Finlandia dice en su informe que centenares de kurdos pagan 5.200 euros para llegar por barco a sus costas tras hacer la ruta Turquía-Italia-Alemania. Suecia se refiere a la llegada incontrolada de moldavos y Portugal dice haber detectado 1.500 rumanos mendigos procedentes de España. En Lisboa añaden que una agencia en Salvador de Bahía traslada ilegales a Europa a 600 dólares por cabeza, que una red de lituanos actúa en el país desde hace dos años y que a Portugal llegan continuamente chinos con pasaportes falsos de Singapur, la mayoría con destino final en Canadá.

Con datos como éstos en la mano, Blair, Aznar y Berlusconi creen poder convencer a sus colegas europeos en la cumbre del próximo mes en Sevilla de que ya es hora de aprobar el conjunto de medidas puestas sobre la mesa por la Comisión Europea desde hace meses y que Alemania y Austria, entre otros, han bloqueado por entender que afectan a su soberanía.

Dentro de esas normas hay varias sobre inmigración legal (gestión común de flujos, concesión de permisos de trabajo y residencia o reunificación familiar), pero también otras sobre la irregular, que incluye la creación de esa policía común de fronteras, el control de movimientos por avión y satélites y la masiva expulsión de los cientos de miles que ya se han establecido irregularmente en la UE.

España, un caso singular

Hace años que España registra, como en el resto de la Unión Europea, el fenómeno de la inmigración ilegal. Pero la situación de Ceuta y Melilla, de un lado, y la constante aparición de pateras convierte al socio europeo del sur en un caso especial. Los servicios españoles han comunicado a Bruselas en su informe mensual que, en el pasado marzo, se rechazó la entrada en el país a 93.306 personas, 92.666 de ellas en fronteras terrestres, unas cifras mucho más elevadas que en el resto de la UE que no encajan con la libre circulación en Europa gracias a los Acuerdos de Schengen. La explicación está en Ceuta y Melilla, donde a diario se impide el acceso a centenares de africanos. Las cifras son ya más equiparables cuando se refiere a los rechazados en ese mismo mes de febrero en los aeropuertos (571) o en los puertos (69). Las nacionalidades de los rechazados son, por este orden, marroquí, ecuatoriana, boliviana y rumana. En ese mismo mes, fueron detenidos o interrogados 3.442 sospechosos de estar en situación irregular y fueron expulsados 1.677 (un 13% menos que el mes anterior). El informe español destaca que en marzo se detectó la llegada de 74 pateras con 1.234 personas a bordo (un 44% más que en febrero) procedentes en buena parte de Marruecos, Mali y Sierra Leona, pero añade que en abril ya habían sido expulsadas el 60%. Detalla también que en 31 operaciones policiales en marzo se detuvo a 111 delincuentes, sobre todo marroquíes y rumanos, relacionados con el tráfico de seres humanos y la falsificación de documentos, y que el 19 de abril avisó de que un grupo de 'colombianos peligrosos' realizaba sospechosas gestiones para acceder a Europa con supuestos contratos de trabajo para la firma E.A.C. El capítulo de demandantes de asilo también es singular. En marzo hubo 375 peticiones en las fronteras, pero el 93% era de cubanos en tránsito a Moscú. Desde el 15 de ese mes, a los cubanos se les exige visado de tránsito aeroportuario y, a partir de esa fecha, sólo ha habido 12 solicitudes.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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