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El responsable de inmigración de la Generalitat planta a los senegaleses en Mataró

Un grupo de ciudadanos organiza un ayuno de 48 horas para pedir más regularizaciones

El secretario de Política de Inmigración de la Generalitat, Salvador Obiols, plantó ayer a los representantes de la comunidad senegalesa catalana, con la que tenía que encontrarse en Mataró. Los musulmanes confiaban en que Obiols aprovecharía la reunión con los senegaleses, el 80% de los cuales son seguidores del islam, para rebajar la tensión existente en el Maresme por el conflicto del oratorio de Premià de Mar.

El encuentro, en el que había representantes de todas las comunidades de senegaleses residentes en Cataluña, era esperado por estos líderes para arrancar una disculpa a Obiols por haber confundido al actual imam de Premià con el que había hace un año y que se negaba a hablar con la alcaldesa, María Jesús Fanego, por su condición de mujer. Obiols pidió la expulsión de los inmigrantes con una actitud 'antidemocrática que no acepta el ordenamiento jurídico del país'.

El responsable de política de inmigración de la Generalitat no asistió al encuentro con los senegaleses alegando que debía atender 'otros compromisos', sin especificar cuáles eran éstos. Durante los últimos días, Obiols ha renunciado a intervenir en el conflicto de Premià de Mar y lo ha dejado casi exclusivamente en manos de la Secretaría de Relaciones con las Confesiones Religiosas, dirigida por Ignasi García Clavel.

El portavoz de la reunión de las asociaciones de senegaleses, Oumar Diallo, abogó ayer por una salida pactada a la crisis de Premià. 'Esta situación sólo podrá solucionarse si las partes implicadas se sientan para hablar'. Además, consideró 'imprescindible' que la población autóctona 'se dé cuenta de que la religión no es un problema para convivir'.

A la espera de una nueva reunión de la comisión creada para decidir la ubicación del oratorio islámico, los musulmanes de Premià realizaron la oración del viernes en sus casas, tal como vienen haciendo desde que se les negó la utilización de los locales de la antigua escuela de Voramar. Desde mediados de abril los musulmanes no tienen ningún lugar donde reunirse y realizar la oración del mediodía del viernes, la más importante de la semana y la única que, según el Corán, debería realizarse en comunidad. Sin embargo, la de ayer podría ser la última oración en solitario,ya que tanto el Ayuntamiento como los musulmanes esperan llegar a un acuerdo en breve para encontrar, al menos, un lugar provisional en el que reunirse.

En la vertiente política del conflicto, SOS Racismo denunció ayer el 'uso electoralista' de los fenómenos migratorios e instó al conseller en cap de la Generalitat, Artur Mas; el secretario general de ERC, Josep Lluís Carod Rovira, y el presidente del PP de Cataluña, Alberto Fernández Díaz, a que retiren sus últimas declaraciones 'de contenido abiertamente racista'.

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La 'eliminación de la inmigración en la contienda electoral' es uno de los principales objetivos de aquella ONG, ya que 'esta estrategia efectiva a corto plazo' provocará 'serios problemas en el futuro', según declaró un portavoz de la organización.

Por otra parte, un grupo de ciudadanos de nacionalidad española convocados por varios colectivos de inmigrantes y la plataforma Contra la Europa del Capital, iniciaron ayer un ayuno de 48 horas en sendas iglesias de Barcelona y Cornellà de Llobregat para reclamar un nuevo proceso de regularización para los inmigrantes indocumentados.

Los participantes en el ayuno, unos 200, según fuentes de la organización, iniciaron su protesta a las nueve de la noche de ayer. En Barcelona, la protesta se desarrolla en la iglesia de Sant Agustí porque el delicado estado de salud del párroco de Santa Maria del Pi impidió hacerlo en esta iglesia, donde cientos de inmigrantes se encerraron durante 40 días el año pasado. El ayuno finalizará mañana a las siete de la tarde, y entonces comenzará una fiesta con actuaciones artísticas de diferentes colectivos de inmigrantes.

Otra metedura de pata

El cúmulo de despropósitos de los partidos políticos en la crisis de Premià vivió ayer un nuevo capítulo cuya protagonista, en este caso, fue la alcaldesa de Badalona, la socialista Maite Arqué. Si esta semana ya fueron Josep Lluís Carod Rovira (ERC) y el conseller en cap, Artur Mas, quienes acusaron erróneamente al imam de Premià de no querer reunirse con la alcaldesa de la población por ser mujer, ayer fue Maite Arqué quien se sumó al malentendido. Arqué dijo, refiriéndose al imam: 'Nunca me habría reunido con una persona que no quisiera mirarme por ser mujer y le hubiera declarado 'persona no deseable' para la ciudad'. Arqué obvió que dicho imam, de 80 años de edad, ya no se encuentra en Premià, sino en Holanda, donde se instaló hace aproximadamente un año.

Arqué no ha sido el único miembro de la clase política que se ha confundido de líder espiritual. El pasado martes, Carod llegó a pedir la expulsión del imam de Premià tras lamentar su actitud 'intolerante y antidemocrática' por no querer hablar con la alcaldesa de una población por ser mujer y quejarse por la utilización del catalán en actos públicos. Carod dijo que la supuesta actitud del imam era 'intolerante, integrista, machista y anticatalana'.

Artur Mas, también cayó en la trampa. Fue el pasado miércoles y después de que ya se conociera el error cometido por Carod. Mas se sumó a la petición de expulsar al imam 'por mantener actitudes discriminatorias'.

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