La Cámara rechaza ampliar el plan de ayudas a más familias
Las subvenciones por segundo hijo no se concederán con efecto retroactivo a enero de 2001
El Parlamento rechazó ayer incluir a más familias en el Plan de Apoyo a las Familias con Hijos elaborado por el Gobierno. Las medidas recogidas en el programa tendrán carácter retroactivo desde enero de 2002 y no de desde enero de 2001, tal y como habían propuesto PP y PSE. La iniciativa de los partidos de la oposición fue rechazada con los votos de los grupos del tripartito.
Populares y socialistas argumentaron la necesidad de aplicar las medidas con fecha de enero de 2001 porque fue en ese año cuando el Ejecutivo anunció que iba a poner en marcha las medidas. La parlamentaria popular Arantza Quiroga acusó al Ejecutivo de haber utilizado el plan de una manera 'táctica', dado que se presentó poco antes de las elecciones celebradas en mayo. La representante del PSE Gemma Zabaleta coincidió en esta crítica. 'El plan se anunció en 2001 para hacer pura propaganda', comentó indignada.
Los partidos del Gobierno justificaron el rechazo porque, en su opinión, no tiene sentido ampliar la retroactividad a un plan que aún no ha sido definitivamente aprobado por el Ejecutivo. La previsión es que los decretos que permitirán el cobro de las ayudas sean aprobados por el Consejo de Gobierno durante este mismo mes.
Además, anunciaron que el consejero de Justicia, Empleo y Seguridad Social, Joseba Azkarraga, mantiene encuentros con las asociaciones que representan a las familias con partos múltiples para que puedan beneficiarse de las ayudas aunque tuvieran a sus hijos antes de 2002.
En otro sentido, el pleno instó al Gobierno a elaborar programas de detección y prevención de las actitudes violentas de los jóvenes. Todos los grupos, salvo Batasuna, suscribieron una enmienda transaccional a una proposición no de ley del PSE en la que se demandaba servicios de atención y apoyo a las familias para evitar que los adolescentes caigan en las redes de la violencia.
Un reciente informe elaborado por encargo del Gobierno revelaba que un 5% de los jóvenes vascos (alrededor de 18.000) justifican las acciones violentas con fines políticos. Los socialistas insistieron en la importancia de recuperar a estos jóvenes en los valores de la tolerancia y de la democracia.
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