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Arafat promete reformar el Gobierno palestino y convocar elecciones

'Yo soy el único responsable de todos los errores que se hayan podido cometer'

El presidente palestino, Yasir Arafat, anunció ayer la convocatoria de elecciones y la puesta en marcha de una serie de reformas políticas en todos los sectores de la Administración y del Gobierno. Esta proclama es una respuesta a las reclamaciones que en este sentido han venido lanzando, desde el interior, los sectores de la oposición democrática; desde el exterior, la comunidad internacional encabezada por EE UU y, en último lugar, por el primer ministro israelí, Ariel Sharon, y el Parlamento de Israel, que apenas 24 horas antes la había aprobado en votación.

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Estas trasformaciones son, según EE UU e Israel, una condición imprescindible para restablecer el diálogo político y el proceso de paz. 'Éste es el momento de las reformas, de la reforma total de la Autoridad, de la Administración, de sus ministerios, de los servicios de seguridad, para que podamos empezar a reconstruir sobre bases más sólidas, que nos permitan así realizar nuestras aspiraciones nacionales de independencia y libertad', aseguró ayer Arafat ante los miembros del Consejo Legislativo palestino, reunidos con carácter de urgencia en una sala del Ministerio de Educación en Ramala, convertida provisionalmente en hemiciclo tras la destrucción y saqueo del Parlamento durante la última ofensiva israelí.

Arafat abordó con carácter general un esquema difuso de reformas, que afectará a todos los ministerios y sectores de la Administración y cuyo plan será concretado en el plazo de una semana por una serie de comisiones creadas que ayer mismo empezaron a trabajar, bajo la dirección de dos sexagenarios hombres de su máxima confianza; el presidente de la Cámara, Abu Alá, y del número dos de la Organización para la Liberación de Palestina, Abu Mazen.

El presidente palestino aseguró que este paquete de reformas supondría la separación efectiva de los tres poderes -legislativo, ejecutivo y judicial-, una antigua reivindicación de toda la clase política palestina y especialmente de la clase judicial, que han venido denunciando interferencias del presidente en la justicia. Arafat, sin embargo, no efectuó ninguna mención sobre la reunificación de las fuerzas de seguridad, una exigencia planteada insistentemente por EE UU a través de la CIA.

La misma vaguedad que Arafat usó para hablar de las reformas la utilizó para anunciar la convocatoria de unas elecciones, que se celebrarán 'lo antes posible', pero sin especificar a qué nivel se llevarían a término, ni con qué calendario, aunque pidió tiempo para prepararlas. Sólo más tarde, una vez finalizado el acto, Abu Alá explicaría que se trataba en primer lugar de unas elecciones locales, que se llevarían a cabo antes de finalizar el año, para dar paso a continuación a unas legislativas, que podrían convocarse en los primeros meses de 2003.

'Debemos evaluar todo lo que es correcto y todo lo que es erróneo, todos los aspectos de nuestra vida nacional', continuó Arafat, invitando así a todos los palestinos a participar 'por teléfono o por fax' a un debate nacional, que permita establecer un Estado en 'las tierras conquistadas en 1967 y en Jerusalén', según señaló de manera reiterada.

El presidente palestino insistió en su compromiso con la paz, 'como la única opción estratégica' y aseguró que los 'atentados suicidas perjudican a nuestros intereses nacionales', para señalar a continuación su condena de los ataques dirigidos contra la población civil, tanto israelí como palestina. Pero antes de finalizar su discurso, Arafat quiso reconciliarse con los sectores de la oposición democrática y enfrentarse con la oleada de críticas surgidas especialmente en los últimos días, con respecto a los pactos suscritos con los israelíes para poner fin a los asedios de la Mukata y de Belén: 'Yo soy el único responsable de todos los errores que se hayan podido cometer, no busquéis a nadie más, yo soy el único culpable, asumo la entera responsabilidad: vamos a intentar reparar estos errores'.

El presidente Yasir Arafat, durante su discurso ante el Consejo Legislativo palestino, ayer, en Ramala.
El presidente Yasir Arafat, durante su discurso ante el Consejo Legislativo palestino, ayer, en Ramala.REUTERS

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