El Pentágono militariza a las abejas
JAVIER SAMPEDRO | Madrid
Los ingenieros siempre han encontrado en la naturaleza su mejor fuente de inspiración inventiva -sin pájaros no habría aviones-, pero el último grito en tecnología no es ya plagiar a las especies biológicas; es contratarlas. Los científicos de la agencia norteamericana de Proyectos de Investigación Avanzada para la Defensa han logrado entrenar a las abejas para que dediquen su capacidad olfativa a la detección de bombas, minas y otros explosivos ocultos.