Cientos de paquistaníes, detenidos en relación con el atentado de Karachi
La policía sospecha de los radicales islámicos cercanos a la red de Osama Bin Laden
La policía paquistaní detuvo ayer a varios centenares de sospechosos, tanto en Karachi como en otras ciudades del país, en relación con el atentado que causó la muerte el miércoles a 11 franceses y cuatro paquistaníes. Según el Ministerio del Interior, la mayoría de los detenidos pertenecen a 'movimientos sectarios o islamistas radicales que supuestamente mantienen lazos con los talibanes o con Al Qaeda'.
La nueva ministra francesa de la Defensa, Michele Alliot-Marie, visitó el lugar de la tragedia. 'Estamos destrozados por este odioso ataque', declaró la ministra, que a primera hora de la mañana visitó a los 12 franceses heridos en el atentado con un coche bomba contra el autobús en el que acudían a su trabajo. La Dirección de Construcciones Navales de Francia, organismo dependiente del Ministerio de Defensa y para la que trabajaban las víctimas del atentado, repatrió ayer mismo a los heridos y a los demás empleados que tenía destinados en Pakistán para el ensamblaje de un submarino.
Los grandes periódicos de Pakistán aparecían ayer con fuertes críticas al Gobierno por no ser capaz de garantizar la seguridad de los extranjeros, ni de poner freno a la violencia terrorista que sacude el país.
Presionado tanto fuera como dentro, el presidente Pervez Musharraf ordenó a la policía barrer las bases de los islamistas radicales y en especial 'las que mantienen contactos con Afganistán'.
El hecho de que el atentado fuese cometido por un suicida comporta, según los expertos paquistaníes, la 'marca extranjera' en el ataque y, en particular, la de los combatientes de Al Qaeda. De ahí que las investigaciones se centren en paquistaníes que han sido formados, han militado o combatido en el vecino país durante el régimen talibán que albergó a la red terrorista de Osama Bin Laden.
Especialistas franceses se unirán a los equipos paquistaníes para la investigación específica del atentado del miércoles. De momento, no hay pistas ni nadie se ha responsabilizado del ataque. El coche utilizado, fabricado en 1973, quedó pulverizado.
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