El efecto placebo del azúcar altera los ensayos con antidepresivos

El azúcar no cura la depresión, pero puede ayudar. Por lo menos, ése ha sido el resultado del 52% de 92 ensayos clínicos de nuevos antidepresivos, según los datos recopilados por el psiquiatra estadounidense Arif Khan. En las pruebas se comparaba el estado de pacientes tratados con medicamentos (Prozac, Paxil, Zoloft) con el de grupos que tomaban pastillas de glucosa como placebo (una sustancia teóricamente sin efecto sobre la enfermedad). Su conclusión es que en muchos casos el enfermo que tomaba fármacos mejoraba, pero el que recibía píldoras de azúcar, también.

Khan estudió 26 suicidios y los 51 intentos de quitarse la vida entre 10.118 pacientes con depresión. El psiquiatra encontró que el índice de suicidios (consumandos o no) anuales entre quienes tomaban azúcar era del 5,1%. Los porcentajes en dos grupos de pacientes tratados con distintos tipos de antidepresivos eran del 6,6% y del 5,7%. Los resultados al estudiar síntomas menos graves eran, sin embargo, menos favorables al placebo.

Atención psiquiátrica

Pese a todo, el psiquiatra no atribuye al azúcar propiedades curativas. Las explicaciones que da apuntan a las condiciones especiales en que se realizan los ensayos. Según sus datos, un enfermo con depresión ve a su médico unos 20 minutos mensuales. En cambio, el que entra en un estudio recibe durante ocho semanas unas 20 horas de atención. Además, el paciente que participa en un ensayo está más pendiente de su estado, y se cuida más.

El psiquiatra de la Universidad de California en Los Ángeles Andrew Lewchter sí que ha encontrado similitudes entre la actuación del azúcar y los antidepresivos. Según publicó en enero en la revista de los psiquiatras estadounidenses, Lewchter quedó 'atónito' al descubrir que los cambios en la corteza cerebral de muchos de los pacientes tratados con placebo eran similares a las de quienes tomaban Prozac o Effexol. Pero Lewchter tampoco se ha atrevido, de momento, a recetar azúcar a sus pacientes.