Berengo Gardin abomina de la tecnología digital

'Ninguna de las fotografías incluidas en este libro ha sido tratada digitalmente'. Desde hace cinco años, Gianni Berengo Gardin (1930), considerado como el fotógrafo italiano vivo más destacado, incluye esta advertencia en el prólogo de todos sus libros. Son ya 190 los títulos que ha publicado, y en la actualidad tiene otros tres en preparación. No quiere saber nada de las nuevas técnicas digitales porque detesta sus posibilidades de manipulación. Y él, fiel a unos principios inalterables desde que se inició en este terreno, se siente un notario de la realidad, un periodista o un escritor 'que en lugar de pluma usa la cámara'. La FNAC-L'Illa, en Barcelona, ofrece hasta el 31 de mayo una retrospectiva del autor, que se enmarca en la Primavera Fotográfica.

'Sin duda, el porvenir está en la fotografía digital. Pero soy bastante contrario a ella porque cuando alguien ve una foto mía sabe que eso es exactamente lo que vi, pero cuando la foto es digital, esto ya no está tan claro', subraya. La exposición presenta 36 fotografías obtenidas entre 1953 y 2000. Un titánico esfuerzo de síntesis para un autor que atesora un archivo de 1.120.000 imágenes. Los temas sociales, 'cualquier aspecto de la vida del hombre', han centrado el interés de Berengo Gardin. Los ha tratado en forma de amplios reportajes convertidos después en libros, sobre los manicomios, sobre los gitanos de países del Este en situación de pobreza, sobre los oficios artesanales de sus compatriotas, sobre la forma de vida en Venecia, sobre cómo son las casas de los italianos de cualquier posición social. Siempre intentando que su ideología política de izquierdas no le condicionara.