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España estudia pagar 14,2 millones por enviar a Pedro Duque a la estación espacial

El astronauta español tiene opción a una plaza en la 'Soyuz' en la primavera de 2003

El País

España está evaluando un acuerdo con la Agencia Espacial Rusa, a través de la Agencia Europea del Espacio (ESA), para que el astronauta español Pedro Duque pueda ir el año que viene al espacio en un breve vuelo-taxi de la cápsula Soyuz a la Estación Espacial Internacional. La delegación española en la ESA ha tratado las condiciones del contrato con el director de vuelos tripulados y microgravedad de la agencia europea. La decisión final sobre el vuelo de Duque, que comportaría el pago de 14,25 millones de euros, debe tomarla el Ministerio de Ciencia y Tecnología.

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El viaje de pago de Duque en la Soyuz se inscribiría en el acuerdo marco de la ESA con la agencia rusa sobre cooperación espacial. Éste otorga condiciones de preferencia para incluir en las plazas disponibles de la Soyuz a astronautas europeos, siempre que se abone por el pasaje una cantidad que fluctúa entre los 12 y los 20 millones de euros en función del entrenamiento que precise el astronauta, el peso de la carga que lleve y otras variables, según explicó ayer un portavoz de la ESA.

El primero de estos viajes de pago en vuelo-taxi (los rusos tienen que hacer dos al año a la estación espacial para cambiar la cápsula que sirve de vehículo de emergencia) lo hizo en octubre del año pasado la astronauta francesa Claudie Haigneré. El segundo es el italiano Roberto Vittori, que actualmente está en la estación espacial, tras ser lanzado el pasado jueves en una Soyuz junto con el turista surafricano Mark Shuttleworth (que ha pagado 20 millones de dólares por el viaje) y el comandante ruso Yuri Gidzenko. El vuelo de Vittori ha sido abonado por la Agencia Espacial Italiana (ASI) y la Aeronáutica Militar de ese país y ha costado 18 millones de euros.

El 18 de abril pasado se firmó un acuerdo con el Gobierno belga para enviar en octubre de este año al próximo europeo en vuelo-taxi: el astronauta Frank de Winnie.

Conversaciones

Duque sería el siguiente y volaría al espacio en la primavera del año que viene. Según la delegación española en la ESA, el Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI), del Ministerio de Ciencia y Tecnología, el precio manejado en las conversaciones con Yorg Feustel-Buech, director del programa de vuelos tripulados y microgravedad de la ESA, es de 14,25 millones de euros (2.371 millones de pesetas).

Hay que tener en cuenta que el astronauta español no sólo tiene ya experiencia de vuelo espacial (participó en una misión a bordo del transbordador estadounidense en 1998), sino que se entrenó en Rusia en 1993 como tripulante de reserva de una misión ruso-europea, obteniendo la cualificación de ingeniero de vuelo. Por ello, su entrenamiento en la Ciudad de las Estrellas, junto a Moscú, sería menos intenso que el de Vittori y mucho menos que el de Shuttle-worth, un completo aficionado.

Con todo, 14,25 millones de euros es una cantidad considerable para un vuelo de apenas diez días, cuyo objetivo principal es llevar una nave de refresco a la ISS, aunque se aproveche para incluir un programa con algunos experimentos. A modo de comparación, el presupuesto para investigación espacial en el programa nacional de ciencia y tecnología asciende este año en España a 7,2 millones de euros, a los que se añaden otros 6 millones para el programa industrial. En total, poco más de 13 millones de euros. Otra cifra comparativa: lo presupuestado para la investigación básica a través del Programa General del Conocimiento apenas supera los 50 millones de euros.

El interés de este viaje de Duque reside, según las fuentes del CDTI consultadas, en 'mantener al astronauta en candelero como figura visible del espacio español y que esté en forma para que no se dedique sólo a enseñar a otros y a entrenarse'. 'Además', agregó, 'se buscaría la oportunidad para que coincidiese con el lanzamiento de algunos instrumentos de experimentos científicos'.

La oportunidad de Duque, si volase dentro de un año, se adelanta seis meses sobre las fechas que primero se barajaron por parte de España y la ESA, ya que Holanda ha renunciado por ahora al vuelo que en principio había pedido, después del astronauta belga.

Pero el caso holandés es especial en este capítulo de vuelos especiales del programa ruso-europeo ya que, aún teniendo un astronauta profesional, André Kuipers, la idea holandesa era aprovechar su opción para hacer una promoción en un concurso televisivo y enviar al ganador al espacio. Pero las elecciones en ese país han frenado el proyecto. O, como dice un portavoz de la ESA, 'los holandeses no están preparados aún'.

La agencia europea está muy interesada en llevar adelante este programa, incluido en el acuerdo global con Rusia para actividades espaciales y especialmente de la ISS, porque supone oportunidades de vuelo para los 16 astronautas que componen el destacamento europeo. La ESA es la responsable de financiar su entrenamiento y su mantenimiento. Sin embargo, al carecer de un vehículo para ir a la estación espacial, y dada la situación de retrasos y amenazas de recortes del programa internacional, las oportunidades de vuelo de los astronautas europeos son escasas, pese a que tienen que mantenerse preparados para la explotación del futuro módulo de la ESA, Columbus, en la ISS.

Pedro Duque en Madrid.
Pedro Duque en Madrid.ULY MARTÍN

Cosmonauta y astronauta

Pedro Duque, con 39 años recién cumplidos, es ingeniero aeronáutico y astronauta de la Agencia Europea del Espacio (ESA) desde 1992. Hasta ahora ha volado sólo una vez al espacio, en 1998, a bordo del transbordador estadounidense Discovery.

Fue una misión que se hizo muy famosa porque en la nave iba también el veterano John Glenn, dispuesto a estudiar los efectos de la microgravedad sobre una persona de edad muy superior a la media de los astronautas.

Pero Duque ya había estado antes preparándose para otro vuelo, en aquella ocasión con los rusos, cuando en 1993 realizó todo el entrenamiento como miembro de la tripulación de reserva de la misión Euromir 94 de la ESA en colaboración con Rusia. Entonces no llegó a volar porque los astronautas titulares estaban en perfectas condiciones al lanzamiento y no hizo falta echar mano de los reservas; pero Duque se encargó de la coordinación entre la tripulación en vuelo y los científicos europeos en el centro de control ruso.

Así, el astronauta español no sólo tiene experiencia de vuelo, sino que está plenamente cualificado como astronauta para volar con la NASA, y con Rusia, como cosmonauta, lo que sin duda facilitaría enormemente su entrenamiento si finalmente el Gobierno español decidiese enviarle en un vuelo-taxi en una nave Soyuz.

De momento, Duque trabaja en ESTEC, el centro científico-técnico de la ESA, en Holanda, en proyectos relacionados con el futuro módulo europeo Columbus de la ISS.

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