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La Cámara de Cuentas de la Comunidad detecta anomalías en la gestión del Imefe

Los auditores denuncian descontrol en gastos de protocolo y falta de inspección en cursos

Antonio Jiménez Barca

La Cámara de Cuentas, el organismo encargado de fiscalizar y de controlar las instituciones públicas de la región, ha detectado múltiples anomalías en la gestión del Imefe (Instituto Madrileño para la Formación y Empleo). En el informe redactado tras examinar los balances del Imefe relativos a 2000, la Cámara de Cuentas hace hincapié en la falta de control de los gastos de protocolo y la escasa inspección de los cursos. En algunos de estos cursos, los alumnos no respondían al perfil exigido para las clases. En otros, iban a las aulas menos de los previstos.

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El informe de la Cámara de Cuentas, que fue remitido a la Asamblea de Madrid el pasado día 18, critica la manera que tiene el Imefe de gestionar sus 'pagos a justificar'. Los miembros de un organismo público tienen que justificar o razonar este tipo de pagos a posteriori, esto es, presentando una factura. La Cámara de Cuentas explica que a lo largo de 2000, estos pagos a justificar, en el Imefe, ascendieron a 144.000 euros y se emplearon en 'atenciones protocolarias y representativas, locomoción urbana, comunicaciones telegráficas...'. Los auditores denuncian que el 41% de los gastos a justificar examinados presenta irregularidades: 'No se adjunta copia de la orden de transferencia bancaria o recibí de caja' o bien 'la persona que autoriza los gastos es la misma que los justifica y firma los cheques'. En las alegaciones que el Imefe ha redactado para defenderse de las críticas de la Cámara de Cuentas, el organismo municipal asegura que todos estos gastos sin justificar 'están debidamente fiscalizados por la intervención, ajustándose en todo momento a los conceptos por los que son librados', según explica el director gerente del Imefe, Jorge Travesedo.

Otra de las anomalías detectadas por la Cámara de Cuentas es la relativa a los cursos mismos: en 15 de los cursos examinados por los auditores públicos, los alumnos que recibían clase 'no reunían el perfil académico exigido en el pliego de prescripciones técnicas'. Es decir, no eran los alumnos indicados para ese tipo de cursos, y a pesar de eso, las clases se impartieron. La Cámara de Cuentas especifica que en todos los casos 'existen listados de asistencia, de altas y de bajas', pero, en el caso de que asistieran a clase menos alumnos de lo previsto, el curso no bajaba de precio por parte de la empresa adjudicataria, a la que el Imefe le encargaba la gestión de esas clases: 'En ningún caso se ha liquidado el curso por un importe inferior al presupuestado como consecuencia de ser inferior el número de alumnos, posibilidad prevista en el pliego de prescripciones técnicas', según denuncia el informe.

Sin inspectores

La Cámara de Cuentas incide en la falta de inspección del Imefe sobre los cursos que acometía o que encargaba: 'En sólo uno de los 34 expedientes [de cursos examinados] existe constancia de que el Imefe hubiera realizado una visita de inspección al centro, mientras se estaba desarrollando el curso'.

En sus conclusiones, la Cámara de Cuentas reconviene al Imefe por su manera de contratar los cursos: 'Se ha comprobado que en 18 cursos de los 34 examinados, el compromiso de gasto se contabiliza antes que el acuerdo de adjudicación'. Esto es, se paga el curso antes de que, en teoría, se acuerde con la empresa que lo imparte la cuantía y el coste.

Los auditores públicos se quejan de que el Imefe 'no elabora un documento que planifique el conjunto de acciones que prevé realizar' y eso, según añade el informe, 'puede afectar al grado de eficiencia con que se aplican las subvenciones'.

El escrito también critica que el Imefe no disponga de una 'base de datos única de usuarios, que permita verificar el itinerario seguido por una persona y comprobar la definitiva inserción [de los parados] en el mundo laboral'.

Entre las recomendaciones que la Cámara de Cuentas le hace al Imefe están 'mejorar el sistema de nóminas', defectuoso según los auditores públicos, y exigir a las empresas adjudicatarias 'el estricto cumplimiento de las condiciones prefijadas en los pliegos de prescripciones técnicas'.

La Cámara de Cuentas, un órgano autónomo que depende de la Asamblea, también recomienda al Imefe que ejecute un mayor 'control interno'. 'Es necesaria la realización de controles periódicos de las acciones efectuadas, levantando acta en la que se recojan los resultados', concluye el informe.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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