La UE busca hacer frente al gigante de EE UU junto a terceros países

La esencia, la defensa de la diversidad cultural frente a los gigantes de la industria parece un tema eterno y sin resolución, pero no por ello hay que dejar de plantear alternativas para afrontarlo. Ayer comenzó en Madrid la Conferencia sobre la colaboración en el sector cinematográfico y audiovisual en la Unión Europea y terceros países, un título bien largo para afrontar problemas serios, de futuro. La reunión convoca hasta mañana viernes a representantes de la UE, América Latina y el área del Mediterráneo para plantear estrategias del sector que incluyan las cooproducciones, la promoción y la distribución.

Pilar del Castillo, ministra de Educación, Cultura y Deporte, inauguró ayer las sesiones y trató de impulsar los proyectos comunes: 'Las políticas de coproducción facilitarán el descubrimiento de nuevas historias que interesen a un público más amplio que el del propio ámbito', aseguró. 'Nuestros mayores retos son mejorar la distribución y la circulación interna e internacional, un punto en el que nos enfrentamos a un competidor fuerte, el norteamericano'. También Del Castillo hizo hincapié en la difusión y alabó el programa Media, 'que estimula la difusión y la distribución de las obras europeas para formar espectadores y familiarizar al público infantil y juvenil con nuestras imágenes', añadió la ministra.

'Una apertura mayor del mercado audiovisual de la UE no beneficia más que a EE UU'

Mucho más concreto y beligerante fue Jean Michel Baer, director de Política Audiovisual de Cultura y Deportes de la Comisión Europea, y anunció que la UE, en la siguiente ronda de negociaciones de la Organización Mundial del Comercio, 'no aprobará ninguna medida que pueda reducir sus capacidades de acción en la promoción de la cultura'. Y añadió: 'Somos el área mundial en que de facto el mercado audiovisual es el más abierto del planeta. Estamos seguros de que si por error nos decidimos a liberalizar más nuestro sector audiovisual en la OMC, esto beneficiará sobre todo a quienes ya dominan nuestros mercados hasta el 70% y el 80% en algunos casos', aseguró. 'Por tanto, será mucho más difícil que ahora para otros países acceder a nuestros circuitos', según Baer, quien añadió que 'esta apertura teórica sería en la práctica un cierre real'.

Por esa razón, el representante de la Comisión Europea alentó a buscar otras vías: 'Debemos encontrar otras soluciones que supongan la apertura real a la diversidad cultural'. Contra el dominio de 'productos mundiales', Baer es partidario de aplicar la receta de 'acceso a una diversidad de contenidos extranjeros que reflejen la riqueza de otras culturas del mundo contra ese monopolio', aseguró.Baer propuso tres líneas claras a aplicar: 'La primera es afianzar nuestras relaciones audiovisuales con América Latina y el Mediterráneo', aseguró. 'La segunda es diálogo y cooperación. Reforzar nuestra acción de intercambio con esos países'. En tercer lugar, Baer cree que debe existir 'diálogo entre los profesionales y los políticos sobre las estrategias del sector'. Y para concretar, anunció que, 'después de la conferencia de Rabat en el año 2000, sería conveniente organizar una cita similar en América Latina'.

Las palabras de Baer convencieron a gran parte de un público en el que se encontraban ayer productores españoles como Eduardo Campoy, Antonio Hernández, José María Morales o Gerardo Herrero, que estaba sentado en la mesa redonda donde el director de política audiovisual europeo soltó su discurso junto a José María Otero, también director general del Instituto de Ciencias y Artes Audiovisuales.