Barguti será juzgado por la muerte de centenares de israelíes
El dirigente palestino permanecerá incomunicado durante 18 días
Marwan Barguti, de 42 años, líder de la Intifada, jefe supremo de la milicia Tanzim, secretario general de Al Fatah en Cisjordania y diputado por el Consejo Consultivo Palestino, detenido el lunes en Ramala y en poder de las fuerzas de seguridad hebreas en Jerusalén, será juzgado ante un tribunal israelí acusado de haber causado la muerte de centenares de personas, incluidas mujeres y niños, según anunció ayer el primer ministro Ariel Sharon.
Barguti se ha convertido desde hace 48 horas en el preso más vigilado de Israel. Permanece detenido en las dependencias de los servicios secretos israelíes en Jerusalén, donde los agentes del Shin Beth le están sometiendo a interrogatorio. Los investigadores tratan de establecer su responsabilidad en los ataques que en los últimos 18 meses han venido efectuando las milicias palestinas contra civiles y militares israelíes, pero al mismo tiempo tratan de establecer con exactitud la relación orgánica que su milicia, los Tanzim, ha tenido o tiene con el presidente palestino Yasir Arafat, en un esfuerzo por implicar a la Autoridad Palestina en el procedimiento judicial, según se aseguraba ayer en círculos políticos.
La captura de Barguti, la pieza mas valiosa conseguida por el Ejército israelí en el transcurso de la Intifada, ha hecho brotar una oleada de odio entre los sectores radicales y conservadores de la sociedad israelí, para los que este líder de la Intifada es simplemente un 'terrorista'. Los sentimientos de los sectores intransigentes, que piden que se le aplique la pena de muerte o que preguntan ingenuamente a Sharon por qué no se lo liquidó en el momento de su detención, han recordado a muchos el ambiente de indignación y venganza que desató en la sociedad israelí la captura, juicio y ejecución del dirigente nazi Adolf Eichman en 1962.
Sectores israelíes más moderados y realistas propugnaban, sin embargo, la posibilidad de que Barguti fuera expulsado del país, junto con otros dirigentes políticos palestinos arrestados en las últimas horas y entre los que se encuentra el profesor Sari Nuseibe, de 52 años, catedrático de Ciencias Políticas, rector de la Universidad Al Qods de Jerusalén y una de las voces más moderadas e inteligentes de la cúpula palestina, quien sustituyó por un breve tiempo a Faisal Huseini en su liderazgo sobre Jerusalén Este. Hace poco menos de dos meses, el profesor Nuseibe había comparecido en un acto público en Tel Aviv, arropado por laboristas y pacifistas, para impulsar una plataforma de diálogo y negociación con Israel, un camino alternativo a la Intifada.
Barguti, como Nuseibe y los otros 4.400 presos palestinos detenidos desde que se inició la última ofensiva del Ejército israelí se encuentran incomunicados y aislados, por un periodo de 18 días, gracias a una orden militar redactada por el Ministerio de Defensa el pasado 5 de abril, que estableció con carácter retroactivo la incomunicación excepcional y general de todos los detenidos. Para estos presos, el Ejército israelí ha habilitado cinco campos de internamiento, el más importante de los cuales ha sido abierto hace poco menos de una semana en el desierto de Neguev, junto a la frontera con Egipto. Hace tres días llegaron a este campo los primeros 800 internos procedentes del campamento militar de Ofer, cerca de Ramala. Entre los detenidos, las organizaciones humanitarias aseguran que hay más de un centenar de niños.
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