Pesca investiga una mortandad de alevines tras un vertido en Cádiz

La Delegación de Agricultura y Pesca de la Junta en Cádiz abrió ayer una investigación sobre el vertido registrado el viernes en la bahía de Cádiz, que causó la muerte de unos 80.000 alevines de dorada en el centro que el Gobierno andaluz tiene en la finca Los Toruños, en El Puerto de Santa María (Cádiz).

Un informe del servicio de protección de la naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) indica que el vertido procedía de un barco que, arrastrado por la pleamar, entró en el cauce del río San Pedro, en las proximidades de las instalaciones de cría de peces. El buque, aún por identificar, generó un vertido de productos tóxicos que se filtró al estanque de pre-engorde de los alevines a través de una tubería que bombea agua del río al interior de la instalación.

El delegado de Agricultura y Pesca en Cádiz , Juan Antonio Blanco, explicó ayer que se han recogido muestras del agente contaminante para determinar su naturaleza y su origen. Blanco explicó que 'el desastre' podría haber sido mucho mayor si se hubiese distribuido el agua contaminada por el resto de instalaciones, donde se crían un millón de ejemplares de diferentes especies.

El delegado de Pesca comentó que el sistema de distribución automática de agua no entró en funcionamiento al encontrarse lleno en ese momento el tanque que regula la demanda de las piscinas.

La mortandad de peces ha supuesto la pérdida de unos 24.000 euros. A esta cantidad hay que añadir el coste de volver a poner las instalaciones en condiciones de uso.

Las instalaciones de la Junta en Los Toruños son unas de las principales instituciones de investigación pesquera y de cría de Andalucía. El pasado año, el centro fue dotado con el primer sistema andaluz para la identificación del ADN de las especies marinas.