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PSOE e IU creen que será más difícil para los madrileños lograr una plaza universitaria

Sólo el 12% de los 39.000 nuevos alumnos matriculados este curso era de fuera de la región

Las seis universidades públicas que hay en Madrid ofrecerán el próximo curso las 45.000 plazas de nuevo acceso no sólo a los aspirantes madrileños, sino a los de toda España. Así lo anunció ayer el director general de Universidades de la Comunidad, Javier García Cañete, quien dijo que el Gobierno regional ha querido adelantarse a la normativa del Ministerio de Educación: ésta obligaba a implantar el llamado distrito abierto tan sólo en el 50% de las plazas para el curso 2002-2003. De esta forma, un alumno de Madrid que quiera acceder a alguna de las universidades madrileñas (Complutense, Autónoma, Rey Juan Carlos, Carlos III, Alcalá y Politécnica) tendrá que competir en igualdad de condiciones con cualquier otro que venga de fuera.

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Las causas que han motivado la anticipación del distrito abierto en la región son, según García Cañete, 'compensar la pérdida de alumnos por la caída de la natalidad con alumnos de otras comunidades' e 'intentar captar a los mejores universitarios del país para las universidades madrileñas'. Sin embargo, el director general reconoció que ofrecer la tototalidad de plazas a todas las comunidades puede provocar que las titulaciones más demandadas (Odontología, Fisioterapia, Veterinaria, Podología y Traducción e Interpretación, el curso pasado) suban su nota de corte (la nota exigida para poder acceder a una titulación).

La oposición sostiene que la anticipación del distrito abierto supondrá un obstáculo añadido para que los madrileños consigan una plaza en las carreras más demandadas. Sobre todo en aquellas en las que hay más competencia por entrar, y máxime cuando otras comunidades no han decidido si se adelantarán o no.

La oposición (PSOE e IU) está convencida de que adelantar la implantación del distrito abierto (la apertura de las plazas disponibles a todos los aspirantes, sean o no de Madrid) será perjudicial para los madrileños. 'Para un alumno de la región será mucho más difícil encontrar una plaza el próximo curso, porque tendrá que competir con alumnos de fuera. Y esto se notará, sobre todo, en las carreras más demandadas', afirmó Adolfo Navarro, portavoz socialista de Educación en la Asamblea, que criticó la decisión de la Consejería de Educación de adelantar la apertura de plazas 'sin saber si otras comunidades van a hacer lo mismo'.

Su homólogo en IU, Franco González, se manifestó en idénticos términos. 'No se trata de ser insolidarios, pero lo cierto es que la prioridad de las universidades públicas madrileñas debería ser atender a los estudiantes de la región, para algo son ellos los que las mantienen con sus impuestos', dijo.

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Este curso, en el que las seis universidades tenían obligación de abrir un 20% de sus plazas como mínimo al resto del Estado, los centros han optado ya por abrir algunas titulaciones al 100%. Se trataba, sobre todo, del área de humanidades y de ciencias sociales y jurídicas, donde todos los años sobran plazas. Así, las seis universidades públicas han reservado un total de 23.343 plazas este curso para alumnos de otras comunidades (el 62,2% de las 45.322 que ofrecía), pero sólo 9.073 estudiantes de fuera de Madrid solicitaron una de estas plazas. De ellos, 7.721 fueron admitidos, aunque finalmente se matricularon menos de 5.000. 'El nivel de vida y el elevado precio de la vivienda en Madrid' tienen la culpa, según el director general de Universidades, Javier García Cañete, de que ese alto número de estudiantes, pese a haber hecho la preinscripción, no se matriculara.

Becas como incentivo

Para evitar que la situación se repita el próximo curso, Educación pondrá en marcha un nuevo sistema de becas (las Ideum) destinadas a los estudiantes más brillantes. Se trata de ayudas que pueden pedir tanto los residentes en Madrid (1.202 euros por curso), como los del resto del territorio nacional (4.207 euros por curso). Pero deberán tener un expediente académico brillante y haber obtenido como mínimo un 8 en las pruebas de acceso a la Universidad.

Y es que para García Cañete es clara la necesidad que tiene la región de captar a alumnos de fuera. Según las proyecciones efectuadas por el Instituto de Estadística de la Comunidad de Madrid, la disminución de jóvenes residentes en la región en edad de entrar a la Universidad seguirá descendiendo hasta el año 2010. Este curso tan sólo se han matriculado 39.320 alumnos nuevos (1.361 menos que el curso pasado) para alguna de las más de 45.000 plazas de nuevo acceso que se ofertaban en las universidades públicas.

Sin embargo, los desequilibrios entre la oferta y la demanda por titulaciones son patentes. Así, un total de 6.987 estudiantes pidieron plaza en julio para alguna de las carreras de Ciencias de la Salud, que sólo ofrecieron 3.065 plazas. En las áreas de enseñanzas técnicas también hay escasez de plazas: 12.283 personas pidieron alguna de las 10.479 vacantes. En el otro polo están las carreras de humanidades -que contaban con 4.195 plazas de nuevo ingreso y que sólo fueron solicitadas por 2.651 estudiantes-, las de ciencias sociales y jurídicas -23.403 plazas para una demanda de 18.108- y las experimentales -4.180 plazas para 2.651 peticiones-.

La titulación que fue solicitada por un mayor número de alumnos fue la de Administración y Dirección de Empresas (2.426 estudiantes), seguida de Periodismo (1.877). En el otro extremo estuvieron Filología Hebrea (con cinco solicitudes) y Filología Italiana (11). No obstante, donde mayores desajustes hay entre oferta y demanda es en Odontología y Fisioterapia (ambas con una plaza por cada cuatro solicitudes) y, en la otra cara de la moneda, en Estadística (11 plazas por cada solicitud) y Filología Árabe (cinco plazas por cada solicitud).

Los centros adscritos a algunas de las universidades públicas (centros que dan la titulación a la que están adscritos, pero que son de pago) notaron más que las universidades el descenso de la natalidad. Estos centros ofrecen en la región más de 6.500 plazas y sólo recibieron 2.859 solicitudes. Por contra, las seis universidades privadas o de la Iglesia que hay en la región sí que han detectado un aumento del número de alumnos con respecto al curso pasado. Aun así, el número de plazas de nuevo acceso que ofrecieron (11.000) también es, al igual que en las públicas, superior al de los alumnos que se matricularon (7.687).

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