Kirch Media suspende pagos en una de las mayores crisis de la historia alemana

La crisis del grupo de comunicación alemán fundado por el magnate Leo Kirch alcanzó ayer su punto mas álgido con la suspensión de pagos de su división de medios, Kirch Media, tras semanas de truculentas negociaciones. Esta compañía, propietaria de derechos de transmisión deportivos y cinematográficos millonarios y principal accionista de la mayor cadena de televisión privada alemana, será gestionada a partir de ahora durante 'tres o cuatro' meses por un grupo de administradores nombrados por los bancos acreedores, que, en principio, pretenden mantener la 'integridad' de la filial del grupo Kirch.

Durante este tiempo se impulsará un primer saneamiento (incluida la venta del 25% que la filial posee en la cadena de televisión española Telecinco) y se buscarán inversores dispuestos a tomar participaciones en la nueva Kirch Media. De momento, la suspensión de pagos no afecta a las otras dos divisiones del grupo, pero aun así se trata de una de las mayores de la historia económica alemana y conlleva grandes implicaciones políticas. La crisis de Kirch Media podría suponer el primer paso en la desintegración del imperio levantado por Leo Kirch.

Las dificultades financieras de la compañía comenzaron cuando desplegó un ambicioso plan de expansión, a costa de endeudarse fuertemente con los bancos, que no cumplió las expectativas. Ahora, los cuatro bancos acreedores (Hypovereinsbank, Bayerische Landesbank, Commerzbank y DZ Bank) pretenden aprovechar las ventajas legales que comporta la suspensión de pagos para reestructurar la empresa, incluida la entrada de nuevos inversores, con el objetivo de asegurar parte de los cerca de 3.000 millones de euros que el grupo Kirch adeuda a estas entidades financieras.

La figura jurídica de la insolvencia permitirá a Kirch Media rechazar algunos compromisos de pagos, entre ellos una recompra de acciones por más de 700 millones de euros acordada con la editorial Axel Springer, según se indicó ayer de una rueda de prensa conjunta entre representantes de los bancos, el nuevo equipo directivo nombrado por ellos y un administrador delegado por las autoridades.

Una deuda de 1.900 millones

En total, Kirch Media acumula deudas por 1.900 millones de euros: 1.400 millones a diversos bancos y otros 500 millones a los estudios cinematográficos Metro Goldwyn Mayer por derechos sobre películas. El grupo, en total, debe 6.500 millones de euros. Los nuevos administradores pretenden sanear las cuentas con un programa de control de costes, la venta de activos -aquí figura el 25% de Telecinco- y la renegociación de los contratos con los estudios cinematográficos y las ligas deportivas.

Uno de los principales afectados podría ser la liga alemana de fútbol, a la que Kirch aún adeuda unos 900 millones de euros por derechos de transmisión hasta 2004. En cambio, los acuerdos con la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) para retransmitir los campeonatos mundiales de fútbol de 2002 y 2006 se podrían mantener al margen del proceso de insolvencia a través de una maniobra jurídica. Ésta consistiría en transferir los derechos de estos partidos a una sociedad en Suiza.

Mientras se avanza en las labores de saneamiento de la compañía, que amenazan con generar verdaderas batallas jurídicas entre los acreedores, los bancos quieren buscar inversores que tomen posiciones en Kirch Media. En la conferencia de prensa de ayer, en varias ocasiones se invitó a participar en este proceso a los actuales inversores minoristas de Kirch Media, liderados por el magnate de origen australiano Rupert Murdoch y el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi.

En las últimas semanas, una y otra vez, se había negociado con estos empresarios un posible rescate para evitar la suspensión de pagos. Los bancos sostienen que la responsabilidad es exclusivamente de los accionistas, quienes no habrían estado dispuestos a participar suficientemente en los costes del saneamiento, que ronda los 200 millones de euros.

Todavía no está claro qué es lo que sucederá con las otras dos divisiones del conglomerado empresarial alemán: Kirch Pay TV (filial de televisión de pago) y Kirch Beteilingungs (participaciones accionariales), que controla la Fórmula Uno.

En una muestra del desorden que gira en torno a la crisis de Kirch, en la conferencia de prensa se llegó a anunciar que Kirch Pay TV también suspenderá pagos. De inmediato, esta afirmación fue desmentida por sus responsables.

Con la administración de la más valiosa de sus filiales en manos de los bancos y una previsible venta a saldo de muchos de sus más importantes activos, el veterano Leo Kirch, que comenzó a forjar su imperio de la comunicación a mediados de los años cincuenta, se despidió ayer por escrito de sus colaboradores: 'Me hubiera gustado seguir a cargo de la empresa y de vuestro futuro, pero la gestión ha sido quitada de mis manos'.