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Los arquitectos diseñan la futura 'zona cero'

Más de 50 propuestas sobre la 'reconstrucción' de las torres se exponen en Washington y París

¿Qué habrá en lugar de las Torres Gemelas? ¿Qué se puede construir sobre los restos de la zona cero? Además de los proyectos oficiales, el mundo cultural también se ha pronunciado. Artistas y arquitectos han ofrecido su propia visión sobre el futuro de las ocho hectáreas de escombros y el nuevo perfil de Manhattan. Una de las propuestas más originales ha sido la organizada por la galería Max Protetch de Nueva York, que convocó a más de cincuenta arquitectos. La exposición, que obtuvo un gran éxito en Nueva York, viaja ahora a Washington y después a París.

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Los resultados, desde lo más plausible hasta lo más imaginativo, son espectaculares. 'Max quería contribuir de alguna forma a la reconstrucción de la ciudad', explica Stewart Krimko, subdirector de la galería, 'la gente tiene muchas ganas de ver qué aspecto tendrá el futuro'.

Las visiones incluyen una 'catedral secular' con rampas laterales para evacuar a sus ocupantes en menos de 20 minutos, una estructura temporal de papel para honrar la memoria de los muertos, una torre en forma de herradura donde sólo vivirían artistas y escritores o un edificio caleidoscópico, reflejo de la compleja naturaleza de la tragedia. La firma Lot-Ek propone conservar el agujero de la zona cero, como una gigantesca bañera vacía, sólo atravesada por vías peatonales y subterráneos, un monumento a la ausencia.

'La pregunta que debemos hacernos es ¿qué tipo de estructura organizativa necesita la actividad económica diaria y qué tipo de lenguaje formal podría articularla? ¿Cuál es la función y estética de una metrópoli contemporánea? ¿Cómo puede encajar su esencia en el perfil de Manhattan?', se pregunta la arquitecto Zaha Hadid.

Algunas respuestas son muy radicales. 'No necesitamos una nueva torre de Babel. Pero creo que es necesario conservar un lugar para la memoria. No debería quedar ningún artefacto de acero o cemento. El emplazamiento sería en un apacible parque con lagos y árboles', dice su colega Frei Otto.

Aunque para muchos neoyorquinos las imágenes de las Torres Gemelas en llamas siguen siendo una visión insoportable, su interpretación artística o llanamente fotográfica se ha convertido en el tema de muchas exposiciones e incluso, de forma más espontánea, de arte callejero. La creatividad se ha convertido en una terapia y han surgido por la ciudad muestras y retrospectivas sobre el pasado y el futuro de la parte baja de Manhattan.

Hace unas semanas, los equipos de desescombro de la zona cero protestaron amargamente por el traslado de una escultura. La obra, basada en una foto de 1932, representaba, en tamaño natural, a un grupo de obreros almorzando tranquilamente en una gigantesca viga. El autor, el escultor italiano Sergio Furnari, había decidido acercarla a las obras como 'apoyo moral' y tributo a los bomberos que siguen trabajando en la zona.

Los murales han sido la manifestación más espontánea de la catarsis artística. Un grupo de estudiantes de arte realizó el mural que adorna una de las esquinas del East Village, una visión poética y floreada de las torres. En Queens, firmas históricas del graffiti neoyorquino, Erni, Smith y Lady Pink, elaboraron una pieza descomunal de temas patrióticos, águila y bandera incluida, en rojo y azul.

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