La Junta Arbitral decide hoy si Cataluña debe devolver a Madrid 33 millones de euros de impuestos de Terra

Hay en juego 33 millones de euros (5.527 millones de pesetas) de los impuestos pagados en Barcelona por Terra por la ampliación de capital de 1,69 billones de pesetas realizada en octubre de 2000 para hacer frente a su fusión con la americana Lycos, el tercer portal de Internet del mundo en aquellas fechas. Tras la ampliación y la fusión, Terra-Lycos trasladó su sede social a Barcelona y pagó allí el impuesto a Hacienda. Madrid le reclamó hace ahora un año esos 33 millones de euros de impuestos con el argumento de que la sede fiscal de Terra cuando se escrituró la ampliación estaba en Madrid y no en Barcelona.

La Junta Arbitral, un órgano de resolución de conflictos creado por la LOFCA, decide hoy quién tiene razón. Esa Junta Arbitral está presidida por un catedrático de Derecho Tributario, cuatro representantes de cada una de las autonomías en litigio, Madrid y Barcelona, y otros cuatro en representación de Hacienda. Es decir, la llave de la solución la tiene el Gobierno central: si se abstiene prevalecerá el criterio del experto independiente. La Administración da por hecho que la parte perdedora recurrirá. La Generalitat presentará un recurso contencioso administrativo por conflicto de competencias en la Audiencia Nacional si la Junta da la razón a Madrid.

Los 33 millones de euros corresponden al pago del impuesto de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados de la ampliación de Terra y la clave de la disputa reside en dónde tenía la sociedad su domicilio fiscal cuando se escrituró la ampliación. Madrid argumenta que Terra elevó a escritura pública la ampliación el 27 de octubre de 2000 y que en esa fecha su domicilio fiscal estaba en Pozuelo de Alarcón (Madrid). Cataluña sostiene que Terra decidió cambiar su sede social a Barcelona, y que las empresas deciden libremente dónde sitúan su sede. En el folleto informativo de la ampliación registrado en la CNMV se dice que Terra tendrá su domicilio en la calle Nicaragua de Barcelona, aunque apostilla que ese cambio de domicilio estaba entonces 'pendiente de inscripción en el Registro Mercantil'.