Miles de personas se manifiestan en Granada contra el cierre de la fábrica de tabaco
El vicepresidente de la SEPI asegura que es 'muy difícil' la anulación de la clausura
Varios miles de personas (cerca de 10.000, según la Policía Local, y 20.000, según la organización) se manifestaron ayer por las calles de Granada para protestar por el anuncio de cierre de la fábrica de tabaco que Cetarsa tiene en esta provincia y en defensa de este cultivo. Más de veinte municipios de la vega granadina participaron en la huelga general prevista. El vicepresidente de la Sociedad española de Participaciones Industriales (SEPI), Pablo Olivera, aseguró que es 'muy difícil' que el grupo cambie de posición y anule el cierre anunciado.
La mayor parte de los alcaldes de la provincia, sobre todo los de los municipios afectados por el cultivo del tabaco, encabezaron la gran manifestación junto a los representantes de la Mesa del Tabaco, formada por instituciones, sindicatos, agricultores, partidos políticos y el comité de empresa. Los secretarios generales de la provincia y los cargos institucionales de todos los partidos políticos, excepto del PP, se sumaron también a la manifestación de ayer.
La concentración, en la que participaron los agricultores de la provincia con un centenar de tractores, partió de las instalaciones de Cetarsa y llegó dos horas y media más tarde a las puertas de la Subdelegación del Gobierno. El presidente de la Diputación, José Rodríguez tabasco, que lidera la Mesa del Tabaco; el presidente del comité de empresa, José Navarro, y el representante de los productores, Cristóbal Blanco, se entrevistaron con el subdelegado, Alfonso Marín Sicilia, para entregarle un manifiesto que también se leyó en la puerta ante todos los manifestantes. Según Rodríguez Tabasco, el subdelegado se comprometió a transmitir el documento a Cetarsa y al ministro de Agricultura.
El presidente provincial señaló que está convencido de que la SEPI, principal accionista de Cetarsa, cambiará su decisión de cerrar la factoría granadina. Pero el vicepresidente de la sociedad, Pablo Olivera, aseguró a este periódico a través de una entrevista telefónica que es 'muy difícil' un cambio de actitud en estos momentos respecto a la fábrica.
Olivera declaró que la manifestación de ayer sirve para reivindicar 'objetivos ya garantizados', en alusión a la compra de tabaco a los agricultores granadinos por parte de Cetarsa y a la recolocación de los 231 trabajadores afectados por el cierre de las instalaciones. El vicepresidente de la sociedad aseguró que 'se va a reindustrializar la planta a costa de la SEPI tanto si se privatiza Cetarsa como si no'.
Los trabajadores y la Mesa del Tabaco ya conocen esta oferta de la SEPI a través del PP, pero todos insisten en desconfiar de ella. Olivera aseguró que 'se va a comprometer por escrito que la planta tiene que ser utilizada para la ubicación de nuevas empresas como condición para su futura venta'. 'Sería muy fácil vender el inmueble pero no va a ser así porque somos sensibles al problema laboral', agregó el representante de la SEPI en alusión a las acusaciones de 'fines especulativos' que IU, el PSOE y el presidente de la Diputación han hecho desde el anuncio del cierre de las instalaciones.
Olivera explicó que, aunque por el momento no se ha tomado la decisión de cuándo y cómo se hará la privatización, la SEPI no exlcuye este proceso porque 'está dentro del programa de la política económica del Gobierno'. 'Como toda empresa pública se privatizará', declaró el vicepresidente.
En cuanto a los cerca de 1.500 agricultores que cultivan tabaco en la provincia de Granada la SEPI les asegura la compra de sus producciones cada año aunque la fábrica se cierre, aunque por otro lado les augura un 'panorama complicado' por el aumento de restriccciones de la Unión Europea a este cultivo y la disminución del consumo de tabaco negro, que es el que se produce en la vega granadina. Desde 1995 hasta 2004 se prevé una reducción de las ventas de este tipo de tabaco de un 71%.
Olivera explicó que las declaraciones del ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, del año pasado en las que aseguraba el mantenimiento de la fábrica 'no son contradictorias porque dijo que Cetarsa no se va y no lo hace. Permanece la actividad de compra y un servicio de asistencia técnica a los agricultores'.
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