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OFENSIVA ISRAELÍ CONTRA LA AUTORIDAD PALESTINA

Arafat pide ayuda internacional para frenar la "escalada criminal" de Israel

El Ejército israelí arresta a 300 hombres y la policía palestina cifra en 30 los muertos en Ramala

Ángeles Espinosa

'No me importa si muero'. Desafiante, el líder palestino, Yasir Arafat, emergió ayer de la oscuridad en la que le había sumido el Ejército israelí cuando medio centenar de pacifistas de varios países lograron abrirse paso hasta su oficina desafiando a los tanques. El grupo declaró que iba a quedarse. Poco antes, un intercambio de disparos entre sus guardias y los soldados que les rodean desde el viernes hizo temer por su vida. Israel negó que fuera a asaltar el reducto del líder palestino y reiteró que no tiene intención de hacerle daño.

'Lo más importante no es lo que estoy pasando. Para mí no es la primera vez. debe de recordar lo que pasó en 1982 en Beirut', manifestó Arafat. Fuentes militares israelíes señalaron anoche que, desde el viernes, más de 300 palestinos han sido detenidos sólo en Ramala. Aunque no existen cifras fiables sobre víctimas, algunas fuentes independientes contabilizaban 30 palestinos muertos ayer en Ramala.

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Pero la ofensiva militar lanzada por Sharon no ha logrado detener la oleada de atentados suicidas palestinos que en los últimos días ha golpeado las principales ciudades israelíes. A las acciones terroristas en Jerusalén y Tel Aviv se sumó ayer otra en Haifa que causó 16 muertos en un restaurante de esta ciudad turística del norte de Israel. El atentado fue reivindicado por Hamás, uno de los cuatro grupos armados que combaten a Israel. No fue el único atentado de ayer. Varias personas resultaron heridas en una colonia cerca de Belén al inmolarse con explosivos un terrorista palestino.

El líder palestino se refería al bloqueo israelí de sus fuerzas en la capital libanesa, que terminó con un arreglo estadounidense para su salida en barco hacia Túnez.

Superviviente de mil batallas, Arafat insistió: 'Lo más importante es lo que le está pasando a nuestro pueblo, día y noche. Ayer hubo nueve muertos, asesinados. Vuestra presencia ha impedido que los blindados tomen el hospital de Ramala'. . Un portavoz del Ejército israelí estimó en 300 los hombres detenidos en Ramala desde el pasado viernes. 'La respuesta israelí obedece a una escalada militar que asedia, mata de hambre y comete crímenes contra niños, mujeres y hombres', señaló Arafat.

Los pacifistas (en su mayoría italianos, suizos, franceses y estadounidenses) habían llegado a la capital administrativa palestina el pasado jueves. En realidad, el grupo era mucho mayor, cerca de 400 activistas por la paz, pero la mayoría de ellos no puderon cruzar el puesto de control de Kalandia. En Jerusalén, donde se encuentran desde entonces, han estado llevando a cabo diversas manifestaciones de protesta para que cese la guerra, el bloqueo a Arafat y la ocupación. Los soldados israelíes dispararon al aire, pero no se atrevieron a apuntar a los extranjeros. 'El Ejército se equivocó cuando permitió la entrada de los pacifistas y los periodistas en las oficinas de Arafat', se lamentó ayer el jefe del Estado Mayor, general Saúl Mofaz, que el próximo julio deja el mando. Varios de los pacifistas que lograron acceder a Arafat han decidido permanecer en su cuartel general. Una docena, entre los que se encuentra el líder antiglobalización José Bové decidieron abandonar el edificio tras su encuentro con el líder de la ANP y fueron detenidos por la policía israelí.

Antes de la sorprendente acción, militares israelíes y responsables palestinos habían pasado la mañana intercambiando acusaciones. Un tiroteo entre los soldados y la guardia de Arafat provocó la alarma general. 'El Ejército está invadiendo la oficina de Arafat', llegó a denunciar el ministro palestino de Información, Yasir Abed Rabbo, a la cadena de televisión Al Yazira. El también ministro Saeb Erekat llegó incluso a temer por su vida y declaró que que el primer ministro israelí, Ariel Sharon, había 'cerrado todas las puertas' del proceso de paz y 'ha demostrado a todo el mundo que él es el primer enemigo de la paz'.

Rápidamente, diversos portavoces israelíes salieron al paso de las acusaciones y subrayaron que no había ninguna intención de asaltar las oficinas. Según la versión del Ejército, un palestino armado salió del edificio, los soldados dispararon en su dirección y fueron respondidos con más disparos desde dentro. Sin testigos independientes, resulta imposible determinar cuál fue la secuencia de los hechos.

'Ahora es vital que derribemos a la Autoridad Palestina', declaró durante el día el ministro israelí para la Seguridad Pública, Uzi Landau. A última hora de la tarde, llegaban informaciónes de que las tropas estaban entrando en la localidad cisjordana de Qalquilia. Por la mañana, los tanques habían vuelto a realizar una breve incursión en el sector palestino de Hebrón. Y durante la noche anterior, en Hebrón, los soldados israelíes mataron a dos palestinos.

El enviado especial de la Unión Europea para Oriente Medio, Miguel Angel Moratinos, anunció ayer a este diario que se reunirá hoy con los enviados de EE UU, Rusia y Naciones Unidas para estudiar la grave escalada de la violencia y tomar determinaciones para frenarla. Moratinos mantuvo ayer una conversación telefónica con Arafat y se reunió, en conversaciones separadas, con el jefe del equipo mediador palestino, Saeb Erekat, con el enviado estadounidense, Anthony Zinni, y con los representantes de Rusia y de la ONU.

El enviado de la UE dijo 'tener instrucciones precisas' para tratar con sus colegas el alto el fuego sobre la base del documento presentado por Zinni.

Yasir Arafat muestra una bandera del Movimiento de los Sin Tierra de Brasil durante la visita de varios pacifistas a su cuartel general.
Yasir Arafat muestra una bandera del Movimiento de los Sin Tierra de Brasil durante la visita de varios pacifistas a su cuartel general.AFP

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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