Sharon afirma que Arafat puede salir de Ramala pero sólo con "billete de ida"

La presión del Gobierno y del Ejército israelí sobre el presidente palestino, Yasir Arafat, no disminuye cuando se cumple el quinto día de ocupación y asedio a las instalaciones de la AP en Ramala. Muy al contrario, el primer ministro Ariel Sharon ha rechazado hoy las peticiones de varias personalidades para entrevistarse con el líder palestino y ha señalado que sólo autorizará las visitas "a condición de que se lo lleven consigo al exterior para no volver".

Sharon ha confirmado esta postura al enviado especial de la UE, Miguel Angel Moratinos, con estas palabras: "Arafat puede irse con un billete de ida, pero no de vuelta". Sin embargo, el ministro palestino Saeb Erekat ha señalado que el rais no aceptará el exilio "bajo ninguna ciscunstancia".

Entretanto, Arafat sigue confinado en una antigua prisión británica en Ramala reconvertida en cuartel general, donde se encuentra sin agua ni electricidad y acompañado por un puñado de guardias y un grupo de pacifistas occidentales.

También el Ejército israelí ha lanzado esta madrugada un ultimátum a los palestinos que aún permanecen defendiendo los últimos vestigios del cuartel general de Seguridad. Los palestinos no se han rendido y, a estas horas, el edificio se encuentra en llamas bajo el continúo bombardeo de obuses y misiles tras ser arrasado por ráfagas de ametralladoras. Hasta el momento, 30 palestinos han perdido la vida.

La situación de los civiles tampoco deja de ser crítica en Ramala. El Ministerio de Salud Pública de la Autoridad Palestina ha informado de que se agotan las reservas de sangre y medicinas, que las tropas impiden a los equipos médicos prestar atención a enfermos y heridos y enterrar a los muertos.

Además, soldados israelíes han detenido al presidente de la Media Luna Roja, Yunes al-Jatib, junto con otros nueve funcionarios de esa organización. Las autoridades militares israelíes alegan que la resistencia palestina suele valerse de esas ambulancias para transportar a militantes, armas y explosivos.

Ataques en Betania y Belén

La escalada bélica entre palestinos e israelíes se ha agravado en las últimas horas con nuevos ataques del Ejército israelí contra instalaciones de la seguridad palestina en Betania y Belén. Los soldados se encuentran ya en la parte vieja de Belén, ciudad que, como Ramala, han declarado "cerrada". Según algunas informaciones los soldados habrían matado allí accidentalmente a un salesiano italiano y diez monjas. Sin embargo, el Vaticano ha desmentido esta información.

En un comunicado emitido esta tarde, la agencia de noticias vaticana Fides ha asegurado que el padre Jacques Ameteis no había sido asesinado en Belén y que las monjas supuestamente heridas se encontraban en buenas condiciones.

El director de Fides, Bernardo Cervellera, ha asegurado que comprobó este extremo en una segunda llamada telefónica. El propio primer ministro, Silvio Berlusconi, había pedido ya explicaciones a su homólogo israelí, Ariel Sharon.

Los combates en la ciudad se registran en las cercanías de la Basílica de la Natividad, que fue edificada encima de la gruta donde nació Cristo y a la que todos los años llegan miles de peregrinos. Cerca de la Basílica, helicópteros israelíes bombardean la plaza de Manger.

A primera hora, los blindados han penetrado en la parte vieja de la ciudad, situada al sur de Cisjordania, donde ha resultado herido un cámara de Al Yazira.

El Ejército israelí también opera en otros puntos de Cisjordania como Tulkarem -donde ha muerto un palestino-, Kalkilia y cuatro aldeas del distrito de Nablús: Tubas, Taisir, Farah y Tamún.

Mientras tanto, helicópteros de la Fuerza Aérea y tanques israelíes han bombardeado los cuarteles generales del Servicio de Seguridad Preventiva en Ramala y en Betania. En ambos edificios, centenares de palestinos tratan de resistir el ataque.

Esfuerzos diplomáticos

Ante esta situación, el ministro de Asuntos Exteriores y presidente de turno del Consejo de Ministros de la Unión Europea, Josep Piqué, ha convocado una reunión extraordinaria del Consejo de Asuntos Generales destinada a analizar la dramática situación que se vive en Oriente Próximo. La reunión tendrá lugar mañana a las 20.00 horas y casi con toda probabilidad se celebrará en Bruselas, han informado fuentes diplomáticas españolas.

En esta sesión urgente de los responsables de la diplomacia europea, que tal y como ha adelantado hoy en rueda de prensa el propio Piqué estará dedicada de manera monográfica al conflicto árabe-israelí, se podría abordar la posibilidad de enviar a la zona al Alto Representante de la Política Exterior y de Seguridad Común de la Unión Europea, Javier Solana.

Según el jefe de la diplomacia española, esta visita podría ser "conveniente", pero este extremo deberá ser antes analizado por el resto de los titulares de Exteriores de los Quince, motivo por el cual la Presidencia de turno barajó la convocatoria urgente de un Consejo extraordinario.

Por su parte, el Consejo de la Liga Árabe ha decidido que los 22 ministros de Asuntos Exteriores de los países miembros celebren mañana una reunión de urgencia para estudiar los "medios de apoyar al presidente Arafat".

Enfrentamientos con Hizbulá

Otra de las zonas más conflictivas, la frontera de Israel con Líbano, ha sido hoy escenario de nuevos enfrentamientos.

La aviación y la artillería israelíes han bombardeado una zona fronteriza en el sur del Líbano, después de que el grupo libanés Hizbulá atacase posiciones israelíes en las disputadas granjas de Chebá, según fuentes policiales libanesas.

El bombardeo aéreo israelí se ha producido después de que combatientes de Hizbulá atacaran con morteros tres posiciones en la parte de Chebá controlada por las tropas israelíes, en especial Rueset el Alam y Samaka.

Según la emisora de televisión de Hizbulá, Al Manar, al menos tres soldados israelíes han resultado heridos en Rueset el Alam por los ataques de ese grupo, que "eran una respuesta a los bombardeos israelíes".

La artillería israelí había disparado varios obuses contra posiciones en el interior del Líbano, cerca de Chebá, el único territorio que Israel no evacuó cuando se retiró en mayo de 2000 del sur libanés.