La red internacional de Andersen da el primer paso para la fusión con KPMG
Los socios no estadounidenses de la auditora en crisis examinarán por separado el acuerdo
Arthur Andersen, acusada de obstrucción a la justicia en el caso Enron, afronta su desintegración tras 89 años de historia. Las oficinas de la auditora que se encuentran fuera de EE UU dejarán la marca para huir de la crisis de la matriz y se fusionarán con KPMG. Responsables de la red internacional de Andersen anunciaron ayer un principio de acuerdo para unirse a su rival y convertirse en la segunda auditora del mundo. Los socios de cada país, incluido España, decidirán ahora por separado si aceptan el trato, que tendrá que ser aprobado por las autoridades de la competencia.
Frente a la crisis de Andersen, a punto de suspender pagos por su implicación en la quiebra del gigante energético Enron, los socios internacionales se apresuran a cortar cualquier lazo de unión con la firma, la menor de las Cinco Grandes auditoras del mundo. 'Queremos seguir adelante', indicó ayer John Ormerod, presidente de Andersen en el Reino Unido, en una conferencia de prensa. 'Nuestros colegas en Estados Unidos entienden los pasos que estamos dando', añadió, y KPMG es la seleccionada para la fusión.
Ejecutivos en el Reino Unido, Alemania, Italia y 13 países de Asia aprueban la propuesta de fusión con KPMG. En España, los 161 socios también acogen positivamente la iniciativa, que estudiarán en los próximos días. 'No habríamos hecho este anuncio hoy [por ayer] si no tuviéramos la confianza de que podemos avanzar en las conversaciones', dijo Ormerod.
El principio de acuerdo parece sólido, pero ahora tendrá que pasar por los despachos de dirección de cada una de las oficinas repartidas en 84 países bajo la marca Andersen. La auditora siempre ha sido concebida como una gran federación internacional de firmas. Todas son propiedad al 100% de sus socios (4.700 en todo el mundo), que pagan una especie de tarifa por pertenecer a la prestigiosa red de Andersen.
Sólo 'cuatro grandes'
Las reglas de la competencia serán muy tenidas en cuenta. En especial en la Unión Europea, que absorbe buena parte de las actividades de KPMG. La fusión, de formalizarse, crearía el segundo grupo auditor del mundo, sólo por detrás de PricewaterhouseCoopers. Las autoridades reguladoras del Reino Unido expresaron ayer sus dudas por las perspectivas de unión de ambas.
'Nos preocupa el daño que pueda causar a la hora de elegir el que sólo queden cuatro grandes empresas globales' de auditoría, explicó un portavoz de la Financial Service Authority, supervisor británico de la competencia. En la actulidad, ninguna auditora dispone de los medios para plantar cara a las Cinco Grandes. En España, las dos empresas controlarían en conjunto un 35% del mercado. 'Los reguladores entenderán que lo que en otras circunstanción habría sido considerado inaceptable dará estabilidad a mercados y clientes', aseguró Ormerod.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos ordenó la semana pasada el procesamiento de Andersen, acusada de destruir 'toneladas' de documentos relacionados con la investigación de Enron, empresa que quebró a principios de año pese a que las auditorías de Andersen avalaban su aparente buen estado financiero. Desde entonces, la firma ha sufrido una sangría de pérdida de clientes en EE UU (en total 46), entre ellos grandes grupos como Delta Air Lines, Merck o FedEx. Además, tiene que hacer frente a las demandas de los empleados de Enron, que la responsabilizan de la bancarrota, y a la pérdida del contrato con el Gobierno de Washington.
Los socios de Andersen quieren distanciarse de la crisis. 'KPMG puede ofrecer la talla, la estabilidad y las oportunidades que necesitamos para hacer avanzar nuestros negocios', dijo Ormerod. 'Estamos dispuestos a explorar las oportunidades que nos ofrece KPMG', aseguró Enzo De Angelis, socio de Andersen en Italia, a la agencia Bloomberg.
Mientras, Andersen intenta salvar parte de su negocio en Estados Unidos. La auditora Deloitte & Touch, que la semana pasada abandonó las negociaciones para comprar Andersen por los problemas legales, estudia un acuerdo para comprar las dos divisiones de la firma que parecen a salvo de la crisis: consultoría y fiscal, según informó ayer en su edición digital The Wall Street Journal.
El periódico afirma que Andersen jugó un papel clave en un tipo de operaciones habituales en los grupos de telecomunicaciones de EE UU, pero que están siendo investigadas por la SEC (supervisor de los mercados), según un documento interno de la auditora. La firma aconsejó a Global Crossing y Qwest, entre otras, para efectuar este tipo de operaciones, que podrían haber aumentado de forma artificial su cifra de negocio. Global Crossing presentó en enero la mayor suspensión de pagos del sector de las telecomunicaciones.
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