Un 'ninot' en el olivar
Homenaje a Cervantes como argumento de la única falla andaluza, en Mancha Real
Mancha Real, el dinámico pueblo de carpinteros e industriales de la madera ubicado en las inmediaciones de la capital jiennense, ha querido hacer honor a su nombre primitivo y, durante un tiempo efímero, ha sido la célebre La Mancha que universalizara Miguel de Cervantes. La idea no ha sido otra que parodiar a Don Quijote, a Sancho y al resto de personajes de la obra maestra de la literatura castellana y convertirla en el tema de fondo de la popular falla que ardió anoche en esta localidad, la única en Andalucía con una tradición similar a la existente en la comunidad valenciana.
Los 2.500 kilos de madera y cartón con los que se ha dado forma este año a la falla fueron pasto de las llamas a primera hora de la noche en el recinto ferial, en medio de un bullicio propio de una fiesta declarada hace dos años de Interés Turístico Nacional Andaluz por parte de la Junta de Andalucía. En medio de la algarabía general se camuflaba la emoción de Juan Tomás Ruiz Chica y Miguel Pulido López, los auténticos padres de esta falla de 12 metros de altura y 150 metros cuadrados. El primero de ellos es principal artífice de esta fiesta, que se viene celebrando de modo ininterrumpido desde 1981. 'Al principio había mucho recelo por parte de las autoridades locales que no aguantaban ser objeto de la sátira y la ironía, pero ahora la fiesta está en un proceso imparable de crecimiento', señaló al medio día. Tomás Ruiz ha añadido en esta ocasión un doble motivo de emoción: haber sido elegido Personaje del Año, por su contribución al esplendor de la fiesta al frente de la Asociación Cultural San José. El mejor hidalgo de Tomás es el pintor aficionado Miguel Pulido López, encargado de decorar las figuras y relevo natural de Andrés Cubillo, que fuera durante muchos años el creador de esta manifestación satírica.
La falla de este año ha estado presidida por un monumental molino de más de 10 metros de altura y sobre el que se escondía el habitáculo en el que Miguel de Cervantes escribía su obra cumbre a la triste luz de una vela. Tampoco faltaron las famosas y pícaras ventas de la época, con presencia de venteros como Teresa Panza, que buscaba afanosamente a su esposo. Dulcinea, Rocinante o la era y el trillo de donde se extraen los granos de trigo antes de ser convertidos en harina en el molino fueron otras referencias de la falla. Claro que, tampoco han faltado otras alusiones a acontecimientos del último año, como el trágico atentado contra las Torres Gemelas de Nueva York -no faltaba una reproducción de las mismas-, la controvertida globalización y también una crítica ácida al último debate sobre el Estado de la Nación y a otras citas locales. 'Es una locura efímera pero artística, colorista, pirotécnica y abierta a todos', sintetizaba Ángel Guerrero Cubillo, actual presidente de la Asociación San José, que agrupa al colectivo del gremio de la madera.
Para que la tradición siga adelante, desde hace tres años se planta también una falla infantil, aunque en este caso su diseño sí que corresponde a un taller de falleros de Valencia. En esta ocasión la alegoría elegida giraba en torno a la famosa leyenda del Lagarto de Jaén, por lo que se reproducía la batalla entre un espectacular dragón y un caballero medieval espada en mano.
Floreciente renta 'per cápita'
Mancha Real es uno de los municipios de la comunidad andaluza con mayor renta per cápita. Y ello se debe en buena parte al emergente y dinámico sector maderero, que aporta el 54% de todo el Producto Interior Bruto (PIB) de la economía local. Según los datos de la Asociación de Empresarios de Mancha Real, en el municipio hay cerca de un centenar de empresas madereras que dan trabajo a más de 1.400 personas. Los muebles de Mancha Real se venden en países tan diversos como Rusia, Japón, Argentina o Puerto Rico. Con esta carta de presentación no fue extraño que la diputada de Promoción Provincial, Pilar Cáceres, pregonera este año de las fallas de Mancha Real, destacase la 'profunda transformación' experimentada por este municipio en los últimos años, gracias al esfuerzo y la iniciativa empresarial de sus habitantes. Tanto es así que el Ayuntamiento se plantea levantar un monumento para homenajear a empresarios y trabajadores, algo inusual en la geografía andaluza. También la Junta de Andalucía va a crear en Mancha Real, de la mano de los empresarios madereros, un Centro de Innovación Tecnológica de la Madera, para favorecer la investigación y la comercialización de los muebles fabricados en Jaén. Y es que aunque Mancha Real mantiene la hegemonía provincial en el sector, otros pueblos de Jaén, como Torredelcampo, Torredonjimeno, Huelma o Alcaudete, han continuado en los últimos años su apuesta por la industria del mueble, lo que ha permitido a la provincia acaparar el 60% del volumen total de exportaciones del mueble en Andalucía. Según datos de la patronal, Asimac, la producción del último año fue de 96.161.940 euros (16.000 millones de pesetas) y sus 1.400 empresas generan más de 6.000 empleos (el 14,20%) de todos los que genera el sector en Andalucía.
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