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Reportaje:

El trabajo emocional

Empresas con elevado absentismo solicitan diagnósticos y análisis de riesgo psicosociales

La investigación se adelanta casi siempre a la legalidad, también en lo relativo a los riesgos psicosociales en el trabajo, entre los que cabe mencionar el acoso psicológico y social (mobbing) laboral o el trabajo emocional. La Universidad de Valencia impulsa, a través de la Unidad de Investigación de Psicología de las Organizaciones del Trabajo (UIOPT) diagnósticos para la prevención de riesgos laborales psicosociales. Uno de los siete campos de esta unidad, compuesta por 25 investigadores, se centra en identificar los niveles de riesgos psicosociales en una empresa. 'La luz de alarma salta cuando los niveles de estrés provocan altos índices de absentismo en las empresas, generando pérdidas económicas (pago de bajas y nuevas contrataciones) que se pretenden corregir a través de nuestros informes', explica José María Peiró, catedrático de Psicología, Social y de las Organizaciones de la Universidad de Valencia y responsable de la unidad.

'En España el bienestar psíquico y social de los trabajadores siempre ha quedado en segundo plano, puesto que encabeza la lista de países en siniestralidad laboral de la UE, ya que muchas empresas incumplen la actual Ley de Prevención de Riesgos Laborales'. Una política que el docente califica de 'errónea' pues 'un mal funcionamiento de los factores psicosociales puede provocar o incrementar los riesgos físicos'.

Peiró considera que 'la ley española supuso una revolución, si miramos cómo estábamos antes, aunque países como Holanda o Suecia ponen énfasis sobre determinados temas de salud, que la legislación española contempla más tenuamente'. En este sentido, el catedrático afirma que el síndrome de estar quemado, por ejemplo, está tipificado como enfermedad laboral en países de la UE, mientras que en España las autoridades competentes no la recogen. 'La vía para tomar conciencia de estos riesgos y desarrollar la ley son las sentencias judiciales que han dado la razón, enmarcándolo', concreta, 'como accidente laboral'.

Cada país adaptó su legislación a la Directiva 89/391/CEE del Consejo, de junio de 1989, sobre aplicación de medidas para promover la mejora de la seguridad y la salud de los trabajadores. Los Estados miembros tuvieron de plazo para cumplir las disposiciones hasta el 31 de diciembre de 1992. Holanda lo hizo el 1 de octubre de 1990; la ley española 31/1995, de 8 de noviembre llegó con tres años de retraso. 'En cierta medida la ley contempla la salud psicológica, con la figura del ergónomo del trabajo o el psicosociólogo, pero además del puesto en sí, se deben analizar otros factores como las políticas y prácticas de recursos humanos, las fuentes de estrés, los criterios de promoción, o el politiqueo, porque todo ello también influye en la salud de la persona', detalla.

Desde la unidad que dirige se examinan los indicadores que permiten chequear la salud psicosocial en las empresas y se plantea el estrés como fenómeno colectivo, porque en ocasiones, 'lo que falla no es una persona sino la comunicación o el funcionamiento de la empresa'.

Dos hospitales -uno de ellos valenciano-, centros de educación secundaria, empresas de transporte y de distribución comercial se han sometido a esta revisión. El informe con las respuestas anónimas de los trabajadores se pasa a los departamentos, de manera que pueden desarrollar prácticas de prevención y de feed-back'. Peiró subraya que suelen interesarse por esta herramienta de evaluación 'empresas de mucho volumen que registran tasas de absentismo superiores al 10%'.

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España está entre los cinco primeros países en horas semanales trabajadas: más de un 27% de la población activa supera las 45 horas semanales. Por delante se encuentran Portugal, Finlandia y Suecia. Tampoco es práctica generalizada en España la discusión de cambios laborales por parte del trabajador: el 62% frente al 71% de media europea; la información sobre las mejoras del puesto desempeñado: 69% frente al 81%; las profesionales en la dirección: 13%, o la práctica de compartir beneficios entre los empleados con un 4%. La intimidación laboral de los sujetos en la encuesta europea coloca a España en buen lugar, con un 5% frente al 9% de promedio.

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