Profesores sin estabilidad

Veo por el anuncio en prensa aparecido el pasado domingo, que los profesores que actualmente trabajan dando clases en la escuela pública como Interinos sin estabilidad, y que carecen del perfil lingüístico elemental en euskera conocido como PL1, van a ser liberados, con sueldo, durante todo el curso 2002-2003, y así poder presentarse a las oposiciones de julio del 2003 para conseguir dicho perfil, requisito indispensable para poder optar a una plaza de profesor en castellano. Parece que la presión de los sindicatos ha dado sus frutos.

El Pl1 es un nivel equivalente a los tres primeros cursos de las escuelas de idiomas, nivel que no entraña gran dificultad para unos universitarios jóvenes, de probada capacidad de aprendizaje, que han tenido el euskera como asignatura durante todos los años de su larga escolarización. Ni siquiera el que el euskera sea una de las dos lenguas oficiales de Euskadi, ni el que se dediquen a la educación les ha motivado lo suficiente para conseguir este nivel elemental por su cuenta. Está claro que estos profesores no se merecen la inversión de dinero público que supone su liberación. Los que sí se merecen sin duda mucha más atención de la administración son los profesores euskaldun berris que llevan muchos años impartiendo sus clases en euskera, siendo el castellano su lengua materna, y en las mismas condiciones laborales que los profesores que enseñan en su lengua materna.

Muchos de estos profesores han aprendido euskera por su cuenta, asistiendo a clases en las antiguas gau-eskolak, por las tardes, después de la jornada de trabajo, y en cursillos intensivos de verano durante sus vacaciones.

Al ser el castellano su lengua materna, su vida familiar y social tiene lugar en castellano, así como sus lecturas, por lo que su uso del euskera se reduce a la actividad escolar. Con el paso de los años la calidad de la lengua se empobrece si no se realizan cursos de puesta a punto cada cierto tiempo, y los únicos cursos que ofrece el gobierno vasco son tres meses de liberación sin posibilidad de repetir. Esto quiere decir que si estos profesores tuvieran que pasar en estos momentos el examen para obtener el perfil PL2, no lo pasarían.

Tanto la consejera de educación como los sindicatos parecen haber perdido el norte invirtiendo dinero en euskaldunizar profesores que no van a dar clases en euskera y no invirtiendo en la puesta a punto periódica de los profesores que ya saben euskera y que trabajan en euskera.

Es urgente que la consejería cambie su política y muestre más respeto y dedicación por los miles de profesores euskaldun-berris que están sacando adelante la euskaldunización de este país.