A falta de plata, buenos son los pisos
Las empresas chilenas aceptan pagos 'en especie' de sus acreedores argentinos
Las dificultades de pago de las empresas argentinas están creando una nueva cultura en los departamentos contables de sus vecinos. Jaime Valenzuela, que administra la filial argentina del mayor fabricante de madera enchapada de Chile, Masisa, ha aceptado hace unos días, a cambio de sus reticentes facturas, un apartamento en Buenos Aires por parte de un fabricante de muebles local.
Valenzuela dice que tomó el departamento del cliente que no pudo pagar en efectivo y que planea venderlo para cubrir la venta. 'Si uno rechaza un pago, alguien más va a recibir ese dinero', se resigna Valenzuela. 'Mis órdenes son no rechazar nada'.
Las compañías chilenas, que invirtieron 13.400 millones de dólares en Argentina en los últimos diez años, más que en cualquier otro país, están aceptando propiedades y otros activos en lugar de efectivo para contener las pérdidas en lugar de abandonar un mercado que es cuatro veces más grande que el suyo. Como la devaluación del peso argentino, que redujo a la mitad el valor de la moneda nacional, y más de tres años de crisis económica, afectan las ganancias, algunas empresas chilenas están impulsando las exportaciones desde sus unidades argentinas para compensar el estancamiento del mercado nacional.
Firmas como Masisa, Cervecerías Unidas, Embotelladora Andina o SACI Falabella luchan por cobrar unas deudas impagables
Las empresas chilenas, que han invertido 13.400 millones de dólares en Argentina en los últimos 10 años, aceptan cualquier forma de pago
Masisa Argentina rebajó sus precios en dólares para ganar clientes en Taiwan y China, donde la compañía exporta chapados este año por primera vez, sumando esos mercados a otros que ya tenía, como Brasil.
No es el único ejemplo. El mismo camino han seguido empresas como Cervecerías Unidas, la mayor cervecera chilena, que captó el 15% de sus ingresos el año pasado desde Argentina, o la embotelladora de Coca-Cola, Embotelladora Andina, que obtuvo en Argentina el 32% de sus ingresos. Y son los mismos pasos que están siguiendo el fabricante de pulpa Empresas CMPC SA y el minorista SACI Falabella o Tubos Argentinos, filial del procesador chileno de acero Cintac. Y es que, si no hay dinero, es mejor cobrar en especie.
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