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LA CRISIS DE LA SECUNDARIA

Las matemáticas y la lengua son las materias más duras para los estudiantes

Muchos alumnos llegan de la primaria con una escasa motivación por los estudios

Educación

Se están diciendo cosas que no son del todo ciertas, se está dando una visión de que esto es un desastre absoluto y no estoy de acuerdo. Pero, en general, los alumnos salen mejor preparados. Tienen más capacidad para buscar información, entender un texto o una situación', afirma con rotundidad Ángel, profesor de diversificación curricular del ámbito sociolingüístico en el María de Zayas, de Majadahonda.

Pero este docente añade que 'otra cosa es el nivel de los contenidos, que es cierto que ha descendido'. Y añade que 'hay que tener cuidado para no cargarse con la nueva reforma esa otra formación, que hoy en día es importantísima, si se vuelve al modelo anterior, que sólo insistía en los contenidos', matiza. 'Es posible que los alumnos no sepan quién es algún personaje, pero si es una cuestión que no es de mi materia, también me podría pasar, porque las cosas se te olvidan. Hace falta una reforma para que haya un mínimo de contenidos, pero no hay que olvidar el otro lado'.

Los docentes coinciden en que las materias que más se les atragantan a los estudiantes son las matemáticas y la lengua. La directora del Instituto Guadalquivir, de Sevilla, Encarna Fernández, dice que 'la educación tendría que centrarse sobre aspectos mucho más generales, y se necesitan medios para desarrollar al máximo las capacidades de cada alumno'. Sobre la motivación, dice que 'algunas buenas intenciones de los padres minan más aún el sistema educativo'. 'Ahora los padres te dicen, le he comprado la moto porque me ha prometido que en la próxima evaluación va a aprobar', añade

El psicólogo y orientador de Sevilla, Luis Jarana, explica que hay que pedir más recursos: 'Lo que no puede ser es que nos planteemos que podemos marchar a bordo de un mercedes y al final nos entreguen un seiscientos'.

Para Irma Lorenzo, profesora de Educación Física de Sevilla, 'podemos darle a los alumnos herramientas para facilitarles el estudio, los podemos guiar, pero detrás tiene que estar el trabajo en casa, y eso es lo que ahora falta'.

Los estudiantes del Rosalía de Castro, de Santiago, coinciden en que matemáticas y lengua son las materias que más se atraviesan al conjunto del alumnado. En todo caso, la dirección y el profesorado aseguran que no han advertido un incremento del fracaso escolar. 'Puede parecer así porque la escolarización obligatoria se ha extendido a los 16 años', señala el profesor López Fariña. 'Ahora puede que estén fracasando en el colegio, pero antes se iban ya a los 14 años'.

La jefa de este instituto de Santiago defiende la necesidad de un examen previo al ingreso en la Universidad, 'pero uno sólo', advierte, 'y, además, independiente de la concesión del título general de bachillerato'. Maribel Marín también es partidaria de reimplantar los exámenes de septiembre: 'Mantienen el hábito de estudio durante el verano, fuerzan al alumno a completar su formación y alivian el problema de la gente que pasa de curso con asignaturas pendientes'.

Para la tutora de 1º de la ESO Maite Ruiz, del centro de Vitoria, 'el problema fundamental que se percibe en la primera etapa de la secundaria es la falta de motivación con la que llegan los niños'. En cuanto a las cuestiones pedagógicas, explica que el método de funcionamiento que mejor resultado le está dando es agrupar a los chavales según sus capacidades para recibir clase en determinadas asignaturas. 'Los profesores nos reunimos periódicamente, vemos lo que pasa con los alumnos y decidimos probar los grupos. En el primer ciclo funcionamos así y va bien. Se hace una especie de selección, pero cada trimestre se plantea el pasar a los chavales que han progresado en el grupo más lento al más rápido. Eso requiere de medios, que se permitan hacer desdobles. Lo que exige más horas al profesorado', asegura.

Esta información ha sido elaborada por Susana Pérez de Pablos (Madrid), Carmen Morán (Madrid), José M. Martí Font (Barcelona), Eduardo Azumendi (Vitoria), Sergio Mellado (Sevilla) y Xosé Hermida (Santiago de Compostela).

Estudiantes de FP preparan la comida en la cocina del Instituto María de Zayas de Majadahonda, Madrid.
Estudiantes de FP preparan la comida en la cocina del Instituto María de Zayas de Majadahonda, Madrid.SANTI BURGOS

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